Artículo de Antonio José Caja, concejal de Urbanismo, para Infolínea
El principal instrumento de ordenación del suelo de nuestro término municipal ya tiene una década. A pesar del tiempo transcurrido sigue siendo un buen Plan General, un documento que organiza los usos de nuestro suelo, lo que está permitido y lo que no, y que continúa favoreciendo el desarrollo urbano del municipio y el avance económico de nuestras zonas rurales e industriales.
El gran éxito del PGMO de Alhama fue lograr que los diferentes grupos políticos de entonces se pusiesen de acuerdo. Hoy, sinceramente, sería misión imposible. Primero, debido a la alta polarización que supone la presencia de partidos como Vox en el Pleno. Segundo, por la falta de experiencia y ganas de construir del principal partido de la oposición, el PP, que sigue descabezado desde la marcha de su último regidor. No hay nadie que abandere un proyecto constructivo fuera del equipo de Gobierno y, por tanto, es muy difícil que se lleve a cabo una negociación de tanta altura y envergadura.
Otra de las partes fundamentales del éxito de esta norma se la debemos a los técnicos municipales. Algunos de ellos -ya jubilados- y otros muchos que siguen dando estabilidad y continuidad a un proyecto de ciudad con una sólida base, con unos buenos cimientos. Desde aquí, mi agradecimiento a quienes aportaron su granito de arena para que nuestro Plan General fuese una realidad.
Pese a que el modelo de desarrollo urbano está cambiando después de la crisis del ladrillo, y a pesar de la ralentización en el crecimiento demográfico, tener un Plan General aprobado en todos sus extremos nos permite ir adaptándonos a los cambios que demanda la sociedad. Tenemos un término municipal con mucho suelo urbanizable de uso residencial que no se va a desarrollar a corto plazo, y ya estamos trabajando para que los diferentes planes parciales que en su día se proyectaron en el sur de la localidad no sean un impedimento al desarrollo agrícola y ganadero de esas tierras. También tenemos zonas industriales con capacidad de seguir creciendo y atrayendo proyectos innovadores que sigan creando puestos de trabajo de calidad, lo que nos permite mantener bajos niveles de desempleo.
Por último, quiero destacar la parte verde de esta norma con algunos datos que muchas veces se nos olvidan o desconocemos. Los vecinos y vecinas debemos de estar muy orgullosos de nuestro entorno natural: un 60% del suelo de Alhama cuenta con algún grado de protección. Me refiero a zonas como Sierra Espuña, Carrascoy, La Muela, Barrancos de Gebas o Saladares del Guadalentín. Todos ellos hacen que contemos con el 20% de la totalidad de espacios protegidos de nuestra Región. Es decir, uno de cada cinco metros cuadrados con protección ambiental de toda la Comunidad Autónoma está en Alhama. Por delante, el reto de convertir estos lugares en fuente de riqueza a través de un modelo de desarrollo económico y turístico sostenible.
