El pleno extraordinario de noviembre celebrado este martes llevaba dos asuntos de suma importancia. El primero, aprobado por unanimidad de todos los grupos, fue la presentación en tercera convocatoria de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible Integrado “Alhama para Vivirla”, para la solicitud de ayuda económica del programa europeo FEDER por importe de 5 millones de euros.
El segundo punto, y no menos importante, tenía que ver con el inicio del expediente para el estudio de la gestión del agua potable cuando venza el actual contrato en 2019, uno de los principales compromisos del actual gobierno del PSOE de Alhama.
La propuesta se llevó al máximo órgano local en base al consenso manifestado por todos los grupos políticos, que acordaron convocar el pleno extraordinario para debatirla y aprobarla en su caso e iniciar los trabajos a realizar en esta materia. Todo ello bajo el paraguas del informe de una consultora externa que analizaba las tres opciones posibles para la gestión de este recurso cuando al término del contrato con la actual empresa: pública, privada o mixta.
Sobre la mesa existen dos propuestas: una de la propia empresa que ofrece renovar otros cinco años más el contrato (hasta 2024) a cambio de 6 millones de euros, algo que se haría de forma automática si el pleno no lo “denuncia”, al menos, un año antes. Y la segunda, el estudio de la consultora para comenzar a trabajar todos los grupos en la opción más rentable para el municipio. Hasta aquí todo normal.
En lugar de tratar con seriedad y con datos el punto a debatir, la portavoz del PP, Ana Fernández, se dedicó a dar golpes por debajo de la cintura al Alcalde, “usted se va a Murcia” fue su frase más repetida, en esa obsesión enfermiza que tiene el Partido Popular con Diego Conesa desde que el PSOE ganó las elecciones en Alhama.
“Ni siquiera se ha leído la propuesta, sino que ha leído un texto que le han preparado con una sucesión de disparates”, manifiesta el concejal de Infraestructuras y Servicios Públicos. Una propuesta que nada tiene que ver con la que llevó a pleno el PP en agosto de 2013, para renovar el contrato otros 19 años más a cambio de obras valoradas en 4,6 millones de euros, a realizar en vísperas de las elecciones locales. Y lo hizo sin ninguna información previa a los vecinos ni al resto de grupos políticos, contando con los informes negativos de los técnicos municipales y del secretario, y que aun así llevaron al Consejo Jurídico de la Región de Murcia, creyendo que, al ser un órgano político, les iba a dar la razón. En cambio, el Consejo emitió un informe sonrojante en el que sacaba los colores al anterior equipo de Gobierno por esa maniobra al considerarla “improcedente e injustificada”, tal como denunciamos en el nº 2 del boletín Cosas de mi Pueblo (https://www.psoealhama.es/gestion-publica).
La Sra. Fernández pedía un tercer turno de palabra para seguir una y otra vez con el soniquete, saltándose a la torera la norma que todos los grupos se dieron al comienzo de la legislatura de dos turnos. Y sigue reclamando como un mantra “explicación de voto, explicación de voto”, cuando el Sr. Secretario ha aclarado por activa y por pasiva que ese concepto solo se utiliza cuando un grupo ha votado en un sentido (a favor o en contra) una propuesta en las comisiones informativas y decide cambiar el sentido del voto en la sesión plenaria. Pues siguen sin entenderlo. ¡Qué tiempos aquellos en los que gobernaban los populares y la rigidez era tal que no permitían una sola intervención de más a la oposición, ni dar la palabra a los vecinos al finalizar el pleno.
Una vez más quedó patente que los populares solo creen en la alternancia de poder cuando es entre ellos mismos, quitar a uno de los suyos para poner a otro -eso sí, siempre a dedo-. Pero que gobiernen otras fuerzas políticas distintas a las suyas lo consideran algo anómalo, un defecto del sistema. Dieciséis años en el poder lo demuestran, que perfectamente podrían haber sido cien. De esos, la última legislatura de los populares en materia de inversiones en el municipio se resume exclusivamente en el adoquinado de la calle Postigos, y todos sabemos el resultado.
De hecho, cuando los concejales del Partido Popular hablan de inversiones, conviene recordarles las que se están haciendo en esta legislatura para renovar la red de saneamiento y especialmente la de agua potable en algunos barrios, tras 20 años de abandono de los populares. Y no es cuestión de unas semanas o meses, sino que habrá que continuar con el resto del municipio durante las próximas legislaturas.
En el afán por tratar de destruir la imagen del actual Alcalde, no se dan cuenta de que arrastran por la alfombra no solo a la persona, sino al cargo y a la institución entera, una institución que algún día les tocará representar. Porque el Partido Socialista sí cree en la alternancia política.
Los populares, ávidos de venganza por perder unos privilegios que creían propios por derecho, no han dudado estos dos años y medio en servirse de las prácticas más sucias para acabar con el PSOE, desde el bochornoso pleno de investidura hasta hoy, donde todos sabemos ya que personas próximas a su candidatura están detrás de la creación de trolls y perfiles falsos donde se esconden impunemente para insultar y difamar en redes sociales en lugar de dar la cara. O echándose en brazos de individuos que dicen defender los intereses de determinados colectivos, cuando en realidad solo defienden los suyos propios.
En definitiva, el Partido Popular de Alhama lleva dos años y medio en paradero desconocido, sin una sola propuesta de mejora para el municipio y obsesionados únicamente con destruir al actual Gobierno para recuperar otra vez el poder. ¿Y para qué?