Érase una vez (y otra y otra y otra…)

Artículo de Leticia Pareja, concejala de Comercio y Hostelería, para Siete Días Alhama

Una semana más, nuestra hostelería sufre las decisiones arbitrarias del Gobierno regional, una semana más nuestra hostelería permanece cerrada.

Sorpresa es lo que nos causó la decisión de la Comunidad Autónoma de aplicar por primera vez la norma de porcentajes para decidir el nivel de alerta del municipio. De hecho, pensábamos que se trataba de un error, que se habían equivocado. ¿Cómo iban a cerrar Alhama perimetralmente y además nuestra hostelería con apenas una treintena de casos positivos en una población de 22.000 habitantes? Insistimos y pedimos explicaciones, habíamos pasado en una semana de 15 a 27 contagios, una subida del 90%, es cierto, como pasar de 1 a 2 casos supone subir el 100%. ¿Realmente es acertado aplicar ese baremo, sin considerar ningún criterio más, pese a tener unos índices bajos? Resulta realmente injusto y difícil de asimilar, máxime cuando los profesionales del sector hostelero, al igual que la inmensa mayoría de vecinos y vecinas, han cumplido a rajatabla las medidas impuestas por las autoridades sanitarias, hecho que reflejan los buenos datos de Alhama durante la pandemia con respecto a otros municipios nuestra zona.

Pues era verdad, nos cerraban. Y quisieron consolarnos diciendo que bueno, la semana que viene lo revisarían y si estaban bien los números levantarían estas restricciones, que la valoración era subjetiva por parte del comité de seguimiento.

Desde el principio hemos defendido y defenderemos que se tomen todas las medidas necesarias para frenar la expansión del virus, lo hemos demostrando dando pasos antes y en ocasiones de forma más restrictiva que el Gobierno regional. Pero seguro que quien lea estas líneas podrá estar de acuerdo en que sin una base sólida que demuestre que en Alhama hay un riesgo real de aumento de casos o sin que las cifras se disparen, 27 no parece -a estas alturas- una cifra que justifique estas restricciones, que castigan a muchos profesionales y hunden aún más a decenas de familias que viven de este sector.

Cerrar y abrir un negocio una semana sí y otra no conlleva unas consecuencias que solo conocen quienes las sufren: se pierde género, se pierden empleados de confianza que hartos de la situación se buscan otro trabajo, se pierde el ánimo y las ganas de continuar, influye en los proveedores que pierden ventas, los propios hosteleros dejan de ser consumidores de otros servicios y se rompe la cadena económica. Así de fácil y así de dramático, el cierre de la hostelería nos influye a todos y cada uno de nosotros.

En lo que no se ha movido un ápice el Gobierno regional es en la concesión de ayudas. Llevan meses de anuncios vacíos, mareando con números, hablando alegremente de millones de euros, pero hasta ahora nada de nada. De los 37 millones famosos de su plan de rescate, 12,2 son del Gobierno nacional y otros 10 millones son préstamos a los que solo 50 empresas de la Región se han acogido. Sí, sí, solo 50 en toda la Región. Por el contrario, y tratando de ser todo lo objetiva que puedo, el presidente Pedro Sánchez ha destinado a la hostelería murciana 55 millones para las prestaciones por ERTE de 23.374 trabajadores del sector y 141 millones en prestaciones para 49.510 autónomos. Éstas son las cifras reales.

Si todas las administraciones colaborasen y arrimasen el hombro, quizá el trago no sería tan amargo. El Ayuntamiento de Alhama destinó el año pasado 321.000 € en ayudas directas y campañas para nuestros hosteleros y comerciantes. Este 2021 nuestra intención es seguir apoyándoles económicamente todo lo que podamos. Hemos eliminado la tasa de ocupación de vía pública (terrazas), hemos ampliado aceras y concedido más mesas y sillas con las que trabajar. Además, desde la concejalía de Hostelería llevamos meses conformando una nueva línea de ayudas a fondo perdido para ellos, a la que vamos a destinar otros 200.000 euros del presupuesto municipal con el objetivo de que nadie se quede atrás.

Las bases de esta iniciativa ya las tiene la Asociación de Hosteleros y el resto de grupos políticos para que puedan hacer las aportaciones que estimen necesarias. Al fin y al cabo, todos queremos que la hostelería alhameña no se hunda, sino que sobreviva, ansiamos volver a comer en nuestros restaurantes favoritos y disfrutar de nuestras terrazas. En definitiva, queremos que esto pase y volver cuanto antes a la normalidad.

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