Artículo de Mariola Guevara Cava, alcaldesa de Alhama de Murcia, para Infolínea
Cuando el Partido Socialista llegó al Gobierno en mayo de 2015, en la ‘hucha’ del Ayuntamiento había 6,7 millones de euros. Pero era una cifra irreal, porque también arrastraba una suma de deudas por importe de 3,2 millones, lo que dejaba en la mitad el dinero acumulado en estos 40 años de democracia.
A fecha 31 de diciembre de 2021, cuando se cierra el ejercicio económico, el dinero en caja superaba los 13 millones de euros. Es decir, más del doble. Algo que se ha podido conseguir gracias a una gestión económica responsable y con vistas a largo plazo, así como un trabajo impecable de todas las áreas municipales, que tienen en el buen uso de los recursos públicos su principal línea de trabajo. Todo ello con un Ayuntamiento saneado, que mantiene -y mantendrá mientras yo sea Alcaldesa- la deuda a cero (0), tras pagar todas las ‘púas’ que nos encontramos.
Este 2022 vengo escuchando declaraciones y leyendo publicaciones de los diferentes grupos de la oposición, que repiten lo siguiente: “el equipo de Gobierno se va a pulir los ahorros del Ayuntamiento”. Incluso algunos atribuyen ese dinero a etapas anteriores, como si los alhameños/as no supieran el intenso trabajo que hemos venido haciendo estos últimos siete años. Los ahorros no se pulen, es un dinero que se invierte en mejorar el municipio y la vida de todos nuestros vecinos y vecinas.
Es llamativo como la oposición venía reclamando desde hace mucho tiempo que los ayuntamientos como el nuestro pudiéramos utilizar el dinero en ‘caja’ para realizar obras y mejorar servicios, algo que ahora es posible gracias a que el Gobierno de España tiene suspendidas las reglas fiscales, lo que nos permite que esos millones los podamos emplear en aquellos proyectos necesarios para el avance y modernización de nuestra ciudad.
En el período 2015-2022 hemos invertido cerca de 20 millones de euros en infraestructuras y servicios públicos que han transformado Alhama y mejorado la calidad de vida de sus habitantes, como nunca antes se había visto en tan corto espacio de tiempo.
Son más de un centenar de proyectos, con ejemplos visibles como el nuevo recinto ferial, la sustitución de las viejas tuberías de agua potable y saneamiento en barrios y pedanías, la renovación del alumbrado público por sistemas led más sostenibles, la última fase de restauración de nuestro Castillo, la remodelación de la pista de atletismo, el campo de fútbol y nuevos vestuarios en el complejo Guadalentín y mejora de todas las instalaciones deportivas, la remodelación del Cine Velasco, la Casa de la Cultura y la Plaza de Abastos, las innumerables inversiones en los centros escolares, los arreglos de caminos públicos, la regeneración de barrios como Los Dolores con el nuevo vial, pabellón e instituto… Así como el cambio de modelo en Servicios Sociales, Educación, Salud, Deporte, Transparencia, Participación Ciudadana, Igualdad, Medio Ambiente y Pedanías, entre muchísimos otros. Todo ello bajo el prisma de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Por no hablar de la durísima gestión de la crisis sanitaria por la pandemia.
Y durante este último trimestre del año está previsto que salgan a licitación las obras de la plaza de la Constitución y del nuevo parque de La Cubana, donde construiremos el prometido balneario para poner al servicio de vecinos/as y visitantes nuestras aguas termales mineromedicinales, uno de los mayores tesoros con los que contamos.
