Artículo de Nuria García para Siete Días Alhama
Por muchas mentiras que inventen y por mucho que saturen los juzgados y llenen las portadas de la prensa no van a conseguir doblegar ni a Diego Conesa ni a los y las socialistas murcianos, que seguiremos trabajando incansablemente para que algún día la Región de Murcia se libre de esa banda y tenga un gobierno decente que se preocupe por los problemas reales de todas las personas que viven y trabajan en esta hermosa tierra.
Era de esperar, quien conozca un poco cómo funciona la maquinaria de esa banda que desde hace más de un cuarto de siglo manda en la Región de Murcia, podía intuir que harían lo posible y lo imposible para mantener su poder y continuar con sus chanchullos y trapicheos. Ya lo demostraron con la compra de diputados para evitar que prosperara la moción de censura, lo han seguido haciendo con sus manejos en la Asamblea Regional, cuya presidencia ostenta un tránsfuga que ha propiciado que la banda popular tenga una mayoría que no consiguió en las urnas, y de esa manera evitar que este parlamento cumpla con las funciones que le encomienda el articulo 22 del Estatuto de Autonomía, entre las que se encuentra controlar la acción del Consejo de Gobierno y del presidente, intentando impedir con ello, entre otras cosas, que se pueda investigar y aclarar el escándalo del robo de las vacunas.
Pero como toda banda mafiosa que se precie, no puede dejar ningún cabo suelto. Por ello han puesto en marcha el aparato de acoso y linchamiento de cualquier persona o institución que tenga la osadía de cuestionar su forma de actuar. Solo así se puede entender la campaña de hostigamiento e intento de intimidación que, aunque no es nueva, sí parece haberse intensificado últimamente contra el secretario general del PSRM-PSOE, Diego Conesa, a quien le tienen un odio enfermizo desde que ganó las elecciones municipales en Alhama, y sobre todo desde que en 2019 consiguió -por primera vez en 26 años- ganar unas elecciones autonómicas en la Región.
Para intentar lograr sus objetivos no van a escatimar medios ni recursos públicos o privados. Su empeño no parece tener límites, lanzando no ya ataques políticos -que sería hasta cierto punto entendible-, sino que ponen en cuestión el trabajo de instituciones como puede ser el Ayuntamiento y a las personas que trabajan en él. Para colmo ya incluso intentan meter por medio a la familia.
En su afán de intentar acabar con Diego Conesa, algo que no van a poder conseguir, se dedican a lanzar acusaciones basadas en mentiras o medias verdades mostrando un desprecio absoluto para con la justicia, a la que no dudan en intentar usar para sus marrullerías poniendo denuncias que saben a ciencia cierta que no tienen fundamento, pero que les sirven para llenar páginas de diarios y para seguir gritando a los cuatro vientos que el líder de los socialistas murcianos está siendo investigado por corrupción.
Es tal su obsesión y su miedo a tener que desalojar los despachos que ocupan, que estoy segura de que no cederán en su campaña de acoso, y cuando los tribunales vayan resolviendo las denuncias que están presentando seguirán intentándolo y presentando otras nuevas aun a sabiendas de que no llegarán a encontrar nada condenable. Pero eso les da absolutamente igual, su macabra intención es poder seguir diciendo que Diego Conesa está siendo investigado.
Les puedo asegurar que, por muchas mentiras que inventen y por mucho que saturen los juzgados y llenen portadas, no van a conseguir doblegar ni a Diego Conesa ni a las y los socialistas murcianos, que seguiremos incansablemente trabajando para que algún día la Región de Murcia se libre de esa banda y logre formar un gobierno decente que se preocupe por los problemas reales de todas las personas que viven y trabajan en esta tierra.
