Partido Popular y Ciudadanos escenifican la prostitución de la política en la Región

El apoyo de la formación naranja al PP para seguir gobernando la Comunidad Autónoma después de 24 años da muestra de que la regeneración de la que hablaban era un engaño, además de apuntalar la corrupción del partido de Pedro Antonio Sánchez y López Miras

En Alhama, la renuncia de Luis Franco antes del pleno de investidura evidencia un total desprecio de los populares al interés general y el engaño a sus propios candidatos

Ciudadanos va a volver a pactar con el Partido Popular en la Región de Murcia. Y lo hacen después de reivindicar toda la campaña una “regeneración” política en el gobierno de la Comunidad y convencer con ello a una parte importante del electorado que veía al PP de Pedro Antonio Sánchez y López Miras, acechado por innumerable corruptelas, en la oposición. Nada más lejos de la realidad. La propia Inés Arrimadas aseguraba que 24 años del PP en la Región eran demasiados: “¿os imagináis ahora 28 años gobernando los mismos en la Región de Murcia”. Pues sí, ellos lo van a hacer posible.

La tomadura de pelo ha sido mayúscula. Y no es nueva, aquí lo sabemos bien, porque en Alhama desde que existe C’s ha engañado a todo el mundo, basándose su tarea en el Ayuntamiento en la crítica permanente, la mentira flagrante y el enredo constante.

Ahora vemos como Isabel Franco no ha sido más que la “tonta útil” en manos de Rivera para hacer y deshacer a su antojo en la Región de Murcia. El inicio de la X Legislatura y la constitución de la Asamblea Regional el pasado martes 11 de junio, escenificó la defunción de la credibilidad de una parte de la política con la sociedad que confiaba en sus dirigentes para cambiar las cosas después de casi 30 años de mala praxis en Murcia. La reunión mantenida la semana pasada entre el partido de Albert Rivera -que no de Isabel Franco- y el PSRM-PSOE de Diego Conesa no fue más que un paripé dentro de la estrategia tejida por la formación naranja para justificar lo injustificable. Una especie de beso de Judas, tras llegar a ese encuentro ya rendidos al PP a cambio de lo que tal vez nunca sabremos, a no ser que un juez lo destape algún día. Y es que el grado de hipocresía y falacias ha llegado al punto de asegurar la alcaldía socialista en algunos municipios como Caravaca de la Cruz por parte de Ciudadanos -como fuimos testigos en los pasillos de la Asamblea- para dar un barquinazo dos días después y enterarnos de un pacto cerrado con los populares para echar a nuestro compañero Pepe Moreno, quien ha realizado una labor encomiable en ese municipio, con una situación heredada muy difícil.

Que el garante de la regeneración fuera un partido que alberga entre sus filas a tantos exmiembros del PP se antojaba difícil. Como ejemplo de nuevo Alhama, donde algunos de sus candidatos en estas elecciones llevan en política desde que se utilizaban las cintas de cassette, e ideólogos del intento de «golpe» en la investidura del 13 de junio de 2015, que a día de hoy siguen sin explicar. Los mismos que se han jactado durante esta campaña de que el PSOE tendría que sentarse con ellos para pactar. Y para comenzar a hablar, Mariola Guevara debía echar a dos de sus principales concejales. Incluso el mismo día de las elecciones era la consigna que seguían repitiendo los miembros de su lista. En definitiva otra tomadura de pelo a los vecinos, ya que las tres formaciones: centro derecha, extrema derecha moderada y extrema derecha radical ya tenían claro que si sumaban en Alhama, gobernarían juntos. El argumento de Rivera de no pactar con Vox ha sido otra pantomima más de la “veleta naranja”.

Pero aquí, lo que los miembros de C’s desconocían era que en el PSOE no nos hubiéramos sentado en la misma mesa con el partido que ha estado sistemáticamente insultando, difamando y malmetiendo contra el equipo de Gobierno estos cuatro años, antes nos hubiéramos ido por nuestro propio pie a la oposición. Por dignidad y por principios.

Aquí los vecinos les mandaron a su sitio; en la Comunidad Autónoma los seis diputados de C’s, engañando a todo el mundo con la falsa promesa de la regeneración, han decidido dejar en la oposición al partido que ha ganado las elecciones para seguir apoyando al PP, mantener su red clientelar y bendecir su corrupción. Y nos preguntamos, ¿para hacer qué?

La noticia con la que nos despertábamos esta mañana, con la renuncia del candidato popular en Alhama tampoco ha sido una sorpresa. Vuelve a ocurrir como hace cuatro años, donde la derrota del PP trajo aparejada una cascada de dimisiones, comenzando por la del líder, alegando problemas de salud repentinos o el ya manido argumento de los “motivos personales” (como si los hubiera de otro tipo). Con la salvedad de que en el caso de Luis Franco su partido lo ha usado como un pañuelo de “usar y tirar”, poniéndolo para estar ahí cuatro años hasta su jubilación (él mismo lo dijo), dejándolo poco margen de maniobra y dirigiéndole a hacer cosas tan poco elegantes como sacar un boletín de crítica sesgado, malintencionado y con ataques personales, en lugar de ofrecer un proyecto alternativo real para Alhama, que nunca han tenido. No contentos con ello, también volcaron sus esfuerzos en un vídeo en el que el candidato arrugaba el programa electoral socialista de 2015 y lo arrojaba con desprecio a una papelera. Tal vez el gesto más feo que hemos visto en democracia en nuestro municipio, porque con ese documento estaban arrojando también a la basura todas las ideas y compromisos que nacieron de la iniciativa de cientos de vecinos con los que nos reunimos y de los que recogimos su opinión y necesidades. Algo que quedará para siempre en nuestra retina política.

Precisamente el partido que ha difundido el bulo de que Mariola Guevara se marcharía tras ganar las elecciones ha sido quien más miembros de su lista ha visto dejar la política tras perder, lo que dice muy poco de su compromiso con el interés general y mucho sobre la ambición personal de sus candidatos.

El Partido Popular y C’s han tenido cuatro años para regenerarse en Alhama y no han sido capaces de ello. Veremos si en los próximos cuatro lo consiguen, y si es en beneficio de todos los alhameños y alhameñas.

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