Artículo de Rosa Sánchez, concejala de Salud, para Infolínea
¿Qué es la salud mental? La Organización Mundial de la Salud la define como “Un estado de bienestar en el cual el individuo se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Así pues, incluye nuestro bienestar psicológico, social y emocional. Afecta a la forma en que pensamos, sentimos y actuamos cuando nos enfrentamos a la vida. A veces las personas sufren una perturbación en este funcionamiento mental, cuando los patrones o cambios en el pensamiento, los sentimientos o el comportamiento causan angustia, estrés o alteran la capacidad de funcionamiento de una persona.
La Confederación de Salud Mental de España informa que una de cada cuatro personas tiene o tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Casi la mitad de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años (48,9%) considera que ha tenido algún problema de salud mental. Y el dato más perturbador: 3.600 personas se suicidaron en el año 2019 en España, el equivalente a 10 suicidios al día.
Por si lo anterior fuese poco, la pandemia de la Covid-19 ha hecho mella sobre la salud mental de la población. Así lo muestran los resultados del barómetro del CIS publicado en marzo: un 5,8% de los encuestados reconoce que le han prescrito psicofármacos y un 6,4% informa haber sido tratado por algún psicólogo o psiquiatra tras el inicio de la pandemia. Por otro lado, la Asociación Española de Pediatría alerta de que se han incrementado en un 50% las urgencias psiquiátricas en menores.
Junto cuando la pandemia ha destapado la gravedad y la extensión de los problemas de salud mental, siendo más necesario que nunca invertir en este ámbito, el Gobierno regional aprobó unos presupuestos que contemplan una ridícula mejora de recursos de salud mental de 447.664 euros, mientras recorta 728.000 euros de subvenciones en inserción de personas con enfermedad mental. Un hecho que resulta inexplicable, cuando entre 2020 y 2021 la Región de Murcia ha recibido 510 millones de euros del Gobierno de España y de la Unión Europea para invertir en sanidad.
Nuestra región cuenta con una cobertura de 6,2 psicólogos por cada 100.000 habitantes, casi similar al año 2005 (5,94) e inferior que en 2010 (6,44), hecho que provoca listas de espera de 71 días en consultas de adultos y 79 días para niños y jóvenes. Todo ello pone de manifiesto la necesidad de aumentar las plazas de psicólogos clínicos y trabajadores sociales, tal y como ha propuesto el Partido Socialista a la Asamblea Regional, dotándolas de estabilidad, eliminado los contratos precarios de meses que dificultan la continuidad asistencial, junto a un plan de prevención del suicidio, ayudas al empleo y mayor financiación a las asociaciones de salud mental, entre otros.
Además, este pasado sábado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciaba el reparto de 100 millones de euros entre las Comunidades Autónomas a través del “Plan de Acción 2021-2024. Salud mental y Covid-19”, destinados a mejorar la atención a la salud mental, sensibilizar y luchar contra la estigmatización, prevenir conductas adictivas, mejorar la atención a la prevención y la detección de la conducta suicida, con un teléfono 24 horas, y promover el bienestar emocional, con acciones concretas que serán refrendadas por el Consejo Interterritorial de Salud, en el que participan y pueden hacer propuestas todas las Comunidades Autónomas.
Esperamos que el Ejecutivo regional tome ejemplo y en lugar de recortar los recursos y presupuestos de salud mental, utilice para fines sanitarios los cientos de millones de euros procedentes de los fondos Covid, tomándose en serio la gravedad de estos trastornos.
