Artículo de Mariola Guevara, portavoz del Grupo Municipal Socialista en Alhama, para Infolínea.es
Ningún gobierno, por mucho respaldo que crea haber obtenido de las urnas, -algo más cuestionable si cabe en Alhama tras el 28M- tiene legitimidad para quitar a todos los alhameños/as la posibilidad de recuperar nuestras aguas mineromedicinales para uso público. Un tesoro que tenemos bajo tierra en el parque de La Cubana y que estábamos a punto de volver a sentir en nuestra piel con la construcción de un nuevo balneario.
Ese espacio termal venía integrado dentro del parque, como una parte esencial del mismo. Hoy los modelos europeos de ciudad van en esta misma línea, hace unos días releí un artículo de Andreu Escribá en El País en el que habla de la gris realidad que nos encontramos en muchos entornos urbanos, donde el impacto de las altas temperaturas, unidas al cemento, hormigón y asfalto, con un claro déficit de zonas verdes, los convierten en auténticas islas de calor.
Un tercio de la mortalidad atribuible a estas circunstancias podría evitarse plantando árboles en un 30% del espacio urbano. Así lo confirma una investigación llevaba a cabo en 93 ciudades europeas. Alhama tiene el privilegio de contar en su entorno natural con el parque regional de Sierra Espuña, además de La Muela y Carrascoy, lo que hace que nuestra capacidad para regular la temperatura sea más efectiva que ciudades como Murcia.
Pero, ¿qué pasa si pensamos en nuestro casco urbano, a pie de calle? El proyecto de remodelación del parque de La Cubana pretende generar más de 30.000 metros cuadrados de zonas verdes, con espacios de recreo, ocio y salud para toda la familia. Un auténtico vergel en pleno centro, que hasta hace pocas semanas estaba dividido entre un área pseudoajardinada de los años 60, muy poco funcional, repleta de barreras arquitectónicas y sin armonía estética, y un mar de alquitrán destinado exclusivamente a aparcamiento de coches.
Los resultados de las pasadas elecciones locales en Alhama no pueden medirse en términos tan simplistas de ‘parque sí’ o ‘parque no’, ni era a lo que me refería cuando dije aquello de “la mejor consulta vecinal son las urnas”, respecto a si había que preguntar a los vecinos y vecinas su respaldo a este proyecto. Porque tan válido podría ser el argumento de un apoyo absoluto al mismo en 2019 como un rechazo en 2023.
Los políticos tenemos la responsabilidad de tomar decisiones en pro del interés general. Y de pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones. Mi Gobierno ha llevado a cabo iniciativas arriesgadas aun a sabiendas de que podían obtener un castigo por parte del electorado, pero siempre por convicción y pensando en el mejor futuro para nuestros hijos y nietos.
Así, una inversión que dotara al centro del municipio de ese gran parque y de un balneario nunca fue un capricho, sino la recuperación de nuestra identidad y el mejor legado para el futuro de Alhama. Algo que ahora se ve truncado por quienes ejercen el poder y que se creen invulnerables para privarnos de ese placer. Cuando hay tantas lecturas de los resultados de los comicios como personas dispuestas a dar su opinión. ¿Con qué derecho toman esa decisión?
