El lenguaje, la palabra y la igualdad

Artículo de Nani Navarro, concejala del Grupo Municipal Socialista de Alhama, para Infolínea.es

El lenguaje no es neutral, tampoco es sexista ‘per se’, sino por el uso que se hace del mismo, por lo tanto, es tan importante el uso que hacemos del mismo, como la forma definirlo. Según el uso de las palabras para nombrar algo o a alguien, conlleva que lo que no se nombra se visibilice o permanezca invisible y no se reconozca.

El uso del lenguaje es importante, porque con ello no solo nos comunicamos, también representamos la realidad en la que vivimos, creamos referentes que tomaremos como ejemplos y dibujamos la sociedad en la que vivimos, perpetuamos roles y estereotipos (de esto el refranero español tiene numerosos ejemplos: ‘La mujer que mucho mira, poco hila’, ‘Cuando la mujer es famosa casi siempre lo es por mala cosa’, etc.). Algo a tener muy en cuenta es el uso del masculino o masculino genérico: ¡qué tontería, todo el mundo sabe que el masculino abarca tanto a hombres como a mujeres! ¿De verdad? Aparte de invisibilizar al 50% de la población, las mujeres, se está influyendo en el comportamiento y en las formas de construir la sociedad. Pocos son los referentes femeninos que tenemos a lo largo de la historia.

El lenguaje, nuestra lengua, por suerte es inmensamente rico y nos aporta multitud de palabras con multitud de matices donde poder escoger y conformar la realidad de lo que queremos expresar con mayor exactitud, sin EXCLUIR, sin INVISIBILIZAR. Entonces, ¿por qué tanto miedo y tanto revuelo cuando se habla del uso del LENGUAJE NO SEXISTA E INCLUYENTE? Solo se trata de nombrar cada cosa como corresponde. ¿Acaso la lengua española no ha ido evolucionando y aceptando cambios con el tiempo? ¿Acaso seguimos hablando y escribiendo como lo hizo Cervantes en El Quijote? ¿Acaso no es cierto que la RAE recoge palabras y cambia definiciones? Sinceramente, creo que la respuesta va más por otro lado, va más por lo que el machismo y el patriarcado temen perder. Ahora algunas ideologías políticas con olor a naftalina están incentivando la línea contraria, como si no quisieran perder la cota de poder otorgada por machismo.

Pensando un poco vemos palabras a las que se les daba otro uso, otras a las que se les da un nuevo encaje, definiendo así nuevas realidades, como por ejemplo ‘yacimiento de empleo’ o el uso de palabras de otros idiomas que se aceptan en el nuestro, tales como ‘running’, ‘brainstorming’ y un largo etc. Esto demuestra que nuestra lengua está viva y en continua transformación.

El uso del lenguaje no sexista, inclusivo, no es una moda pasajera, se apoya en nuestra Constitución, algo que deberían tomar nota quienes se dan golpes de pecho como ‘constitucionalistas y democráticos’, así como en la normativa desde los años 90.

Los padres de los alumnos: Los padres y las madres del alumnado

Los niños deben dormir 10 horas: En la infancia se deben dormir 10 horas

Los profesores: El personal docente

El juez decidirá: Se decidirá judicialmente

¿De verdad resulta tan sorprendente, alarmante o intrusivo el uso de un lenguaje no sexista e incluyente?

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