Historias para no dormir

Artículo de María José López, concejala de Cultura y Patrimonio, para Infolínea.

Es bueno, de vez en cuando, tener la oportunidad de dar a conocer las dificultades con las que nos encontramos a la hora de gestionar la concejalía de Educación. Parece que todo va bien, pero no siempre es así, y eso dudoso honor se lo debemos al Gobierno regional y al ramillete de consejerías que nos afectan y que ninguna de ellas nos facilita la labor.

Comenzamos con la primera de las historias. El paso de la tormenta Filomena en enero por la Región -y más concretamente por Alhama- causó grandes destrozos, entre ellos en el colegio Nuestra Señora del Rosario, dónde se produjo el levantamiento y rotura de unas lomeras de la cubierta de fibrocemento, con el inconveniente de que, si llovía con intensidad media o fuerte, se podían producir goteras y el consiguiente deterioro de falsos techos, revestimientos de paredes, daños en mobiliario y comprometer la seguridad de nuestros niños. Por ello era urgente la reparación por parte de la consejería de Educación, ya que es su competencia, debido a que este fibrocemento contiene amianto y solo puede ser manipulado por empresas autorizadas.

Nada más conocer la noticia que nos hizo llegar la directora del centro nos trasladamos allí, el concejal de Infraestructuras y Servicios Públicos, la arquitecta municipal y yo misma, informando inmediatamente de este hecho a la dirección general de Infraestructuras, describiéndoles el caso e informándoles de que, según los informes técnicos, era necesario cambiar el tejado para evitar futuras roturas, al tiempo que pedimos a la consejería que enviara persona responsable para ratificar dicho informe. Vino un técnico de la Comunidad Autónoma, hizo unas fotos de los desperfectos y nunca más se supo. Ha sido el Ayuntamiento de Alhama, una vez más y como siempre, el que ha tenido que contratar los servicios de una empresa especializada para solucionar este estropicio ante la preocupación de los padres.

Otra de las historias es sobre la vacunación. La consejería de Educación nos pide los datos de las escuelas infantiles municipales para vacunar a todos los trabajadores y trabajadoras de las mismas. Pero cuál ha sido nuestra sorpresa cuando hemos visto que en el programa no entran los datos del CAI (Centro de Atención a la Infancia) Los Cerezos. Después de varios correos electrónicos y conversaciones telefónicas nos han dicho que este tipo de centros están inscritos en el registro de la consejería de Igualdad y no se sabe todavía el procedimiento a seguir. Les podrían preguntar a padres y madres, al personal docente y sus familias si entienden esta desigualdad, cuando la Comunidad Autónoma no tiene ya autoridad moral para defender la gestión de las vacunas después del entramado de cargos públicos que se han saltado todos los protocolos para inyectársela irregularmente.

Tenemos el mismo problema con la escuela municipal de música, cuyos profesores no saben cuándo les va a corresponder el turno de vacunación, a pesar de la insistencia de las familias de los alumnos/as.      

El Ayuntamiento de Alhama sigue siendo un David contra el Goliat autonómico, pero a pesar de todos los inconvenientes seguimos trabajando con las mismas ganas e ilusión del primer día para mejorar la educación y la igualdad de condiciones y oportunidades en los centros docentes del municipio.

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