Artículo de Antonio José Caja, concejal del Grupo Municipal Socialista de Alhama, para Infolinea
Lo que se espera de una dirigente que pierde parte de los apoyos que la han sustentado en el poder es un cambio de actitud, un cambio de proceder para tender puentes y generar acercamiento con los adversarios políticos. En cambio, la alcaldesa del Partido Popular, María Cánovas, nos sigue despreciando a todos los concejales de la oposición.
Detrás de una falsa apariencia de normalidad y de querer hacer algo diferente para sacar adelante unos presupuestos con año y medio de retraso, se sigue escondiendo las mismas malas formas de siempre. Para más inri, durante estos días, hemos tenido que soportar el desprecio más absoluto al Pleno. En las últimas declaraciones a medios locales y regionales, María Cánovas ha afirmado que no le preocupa perder la mayoría en las votaciones plenarias ya que, según ella, va a poder seguir haciendo y deshaciendo a su antojo.
Los vecinos de Alhama no merecen una representante tan ignorante y tan cínica. El Pleno es el principal órgano de representación de la voluntad popular de los alhameños que eligen a sus representantes libremente para un periodo de cuatro años. Por el mismo pasan los principales expedientes, los más importante. Por ejemplo, los presupuestos municipales, que todavía no hemos visto cuando vamos por el segundo año de legislatura. Allí también se debate y aprueba la relación de puestos de trabajo, una vez negociada con los sindicatos. Pues bien, otra muestra de incapacidad de este desgobierno es no haber alcanzado un mínimo acuerdo con los representantes de los trabajadores.
Sigo con más ejemplos: el contrato de recaudación municipal fue a Pleno fuera de plazo, generando una inseguridad jurídica jamás vista. Otro contrato que gana enteros para acabar en el juzgado con una sentencia condenatoria para el Ayuntamiento que pagaremos todos.
Y, por último, el parque de La Cubana. Por un capricho de María Cánovas, la empresa ya está reclamando más de medio millón de euros de indemnización. Y no queda aquí: cada día que pasa, la cuenta sigue engordando. El último episodio de este contrato lo vivimos en octubre, con un pleno extraordinario, donde propuso rescindir la obra “por mutuo acuerdo con la empresa”, cuando la mercantil ya había dicho que no había acuerdo. Un documento que ocultó a sus propios compañeros de gobierno. Otro movimiento de una ‘trilera’ de la política para seguir en el sillón a toda costa.
Como me reconoció hace unos días en privado un concejal del actual Gobierno local, esta alcaldesa es especialista en pisar charcos y generar incendios. En cambio, es incapaz de resolver nada y los problemas se siguen acumulando en el Consistorio alhameño.
Alhama ha perdido el rumbo por falta de un gobierno con proyecto y con ideas claras, pero quien de verdad va a la deriva es esta alcaldesa del PP, me niego a decir que lo es de todos los alhameños.