Artículo de Nani Navarro, concejala del Grupo Municipal Socialista de Alhama, para Infolinea
La violencia de género es una de las mayores problemáticas sociales de nuestro tiempo. En España, más de 1.200 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003. Sin embargo, algunas decisiones políticas, como la entrada de Vox en los gobiernos, han alarmado a la sociedad, sobre todo a las mujeres para las que esta lacra puede ser su condena de muerte.
El peligro que suponen las propuestas de la ultraderecha -y las de quienes los apoyan- radica en el hecho de minimizar o eliminar el concepto de violencia de género, reemplazándolo por el de ‘violencia intrafamiliar’. Este cambio semántico, más allá de lo terminológico, puede diluir la naturaleza específica de la violencia contra las mujeres, cuando en el marco jurídico español la violencia intrafamiliar ya cuenta con herramientas legales claras, estando plenamente cubierto por el nuestro ordenamiento.
La violencia de género, por otro lado, tiene causas estructurales vinculadas a la desigualdad entre hombres y mujeres. Este tipo de violencia no es un simple conflicto familiar, sino el resultado de un sistema que perpetúa roles de género desiguales y que sitúa a las mujeres en una posición de vulnerabilidad.
Por lo que el impacto del discurso de Vox y su planteamiento de la derogación de la Ley Integral contra la Violencia de Género, proponiendo en su lugar medidas que no distingan entre géneros, niega la raíz estructural del problema y lo reduce a un conflicto genérico entre personas, algo que contrasta con las recomendaciones de organismos internacionales como la ONU, que subrayan la importancia de abordar la violencia de género desde su especificidad.
Además, Vox ha promovido la ausencia en actos de condena a la violencia machista y la no participación en los eventos conmemorativos, como ocurre en nuestro municipio con el beneplácito del Partido Popular, que ahora para premiarlos decide incluirlos en la Junta de Gobierno Local.
La participación de Vox en gobiernos locales se está traduciendo en una reducción de los recursos destinados a la lucha contra la violencia de género y en la implementación de políticas que no priorizan la protección de las mujeres. Los expertos advierten de que eliminar el enfoque específico de género podría invisibilizar aún más a las víctimas y dificultar el acceso de apoyo.
Ante este retroceso preocupante, cabe hablar de partidos y no tanto de personas, como tratan de hacer en nuestro municipio para tratar de descafeinar la marca. Las directrices están claras y las marcan en clave nacional, por lo que no es ni mucho menos exagerado prever que aquí, en Alhama de Murcia, la inclusión de Vox en los órganos de toma de decisiones y el aumento de su peso en el equipo de Gobierno, desemboque en un retroceso en los recursos destinados a la prevención y atención de la violencia contra las mujeres. Una preocupación fundada, tan solo hay que echar un vistazo a su ideario con respecto a la violencia de género y sus acciones encaminadas a desmantelar las iniciativas para combatirla.