Artículo de Nuria García para Siete Días
Después de escudriñar por todas partes y perder estos seis años que bien podían haber dedicado a trabajar por Alhama, lo máximo a lo que han podido llegar los concejales del PP ha sido a poner una denuncia ante la Fiscalía por supuesta prevaricación contra el entonces alcalde, contra los concejales del equipo de Gobierno y contra los técnicos municipales del Ayuntamiento, intentando involucrar incluso a la familia, aun a sabiendas de que ese trámite no tenía recorrido. Pero lograron uno de sus objetivos, conseguir portadas en la prensa regional diciendo que Diego Conesa había prevaricado.
Sabemos que el PP no se resigna fácilmente a dejar el poder. Desde que perdieron las elecciones municipales en 2015 se pusieron de inmediato a trabajar con toda su maquinaria de bulos, mentiras y cloacas para intentar bloquear el Gobierno municipal socialista. Intentaron frenar por todos los medios al entonces alcalde, a los concejales y concejalas socialistas, a sabiendas de que estaban perjudicando a Alhama y a sus vecinos -incluso a los que les habían votado a ellos.
Aunque les moleste, tenemos que recordarles a los Populares el escándalo que montaron el día del pleno de investidura, votando al portavoz de IU para evitar que el PSOE con Diego Conesa al frente alcanzara la alcaldía.
Tras el fiasco de aquella artimaña llena de rencor y falta de elegancia, los concejales del PP, en lugar de aprender de los errores que les llevaron a perder lo que consideraban una ‘plaza fuerte’ de su propiedad, se dedicaron a seguir de vacaciones como lo habían venido haciendo en los años que gobernaron en nuestro pueblo. Solo interrumpidas para cumplir las órdenes de sus jefes provinciales con el objetivo de hacer todo el daño posible a PSOE, especialmente tras la victoria de Diego Conesa en las elecciones regionales.
Así durante estos últimos años han estado buscando y rebuscando desesperadamente cualquier lugar donde pudieran encontrar un papel que incriminara a Conesa o a cualquier concejal socialista. Solo les faltó ponerle un detective que le siguiera a todas partes para ver a que hora se acostaba o cuando se levantaba y dónde aparcaba el coche. Aunque, visto lo visto y sabiendo como se las gastan, es probable que eso también lo hayan hecho.
Después de escudriñar por todas partes y perder estos seis años que bien podían haber dedicado a trabajar por Alhama, lo máximo a lo que han podido llegar los concejales del PP ha sido a poner una denuncia ante la Fiscalía por supuesta prevaricación contra el entonces alcalde, contra los concejales del equipo de Gobierno y contra los técnicos municipales del Ayuntamiento, intentando involucrar incluso a la familia, aun a sabiendas de que ese trámite no tenía recorrido. Pero lograron uno de sus objetivos, conseguir portadas en la prensa regional diciendo que Diego Conesa había prevaricado.
Al final la justicia, tras estudiar detenidamente el asunto, como es su obligación, ha decidido dar carpetazo al asunto al no observar delito alguno en la actuación de Diego Conesa, ni de los concejales ni de los técnicos que participaron en el expediente.
El daño ya está hecho, tanto a la imagen pública de quien fuera nuestro alcalde, como del municipio de Alhama en general. Me temo que de ésta tampoco aprenderán nada y seguirán intentando machacar a quien les ganó limpiamente las elecciones. Porque para el PP las únicas elecciones válidas son las que ganan ellos, y si no pueden en las urnas ya se encargan de hacerlo en oscuros despachos comprando voluntades a cambio de sueldos y sillones. Algo similar a lo que piensan sobre jueces y fiscales, los únicos buenos son los que les dan a ellos la razón.
