Artículo de Nani Navarro, concejala de Bienestar Social
Hace unos días se ha presentado en nuestro municipio el nº 9 de la revista ‘La voz y la palabra’ de Zangamanga. Se trata de un proyecto que se incluye dentro de las actividades enmarcadas en el Centro Municipal de Atención Psicosocial, realizado por sus usuarios/as con ayuda del gran equipo humano de profesionales que los acompañan, junto a las personas voluntarias que colaboran, entre ellas Isabel Campos, impulsora de esta iniciativa en el año 2012.
Con la revista tratan de dar voz a sus experiencias y reflexiones, así como al trabajo realizado en el centro y a la enfermedad mental, de la que aún hoy hay un gran desconocimiento. En cambio, sí que existen muchos estereotipos asociados a aquellas personas que la sufren, infundidos por el miedo a lo desconocido y que las arrastra, en muchas ocasiones, a un estado de marginación social. Cada día son más las personas que sufren estas enfermedades: una de cada cuatro personas en el mundo padece un trastorno mental.
Escuchar y leer sus palabras me ha hecho reflexionar acerca de aspectos que deberían ser cotidianos en nuestra vida, pero que pasamos por alto y no les damos la importancia que deberíamos. Uno de ellos es lo poco que reparamos en cuidar nuestra salud mental, en dejar descansar a nuestro cerebro para poder seguir hacia adelante, sin pararnos a pensar en que solo tenemos este ‘Yo’ y este ‘Ahora’, tal como refleja el texto ‘Te necesitas’, incluido en este número de la revista. El relato ‘El espejo del otro’ me lleva a recapacitar sobre otra de las claves: la empatía. Curiosamente, en una época en la que tenemos todo a nuestro alcance, es cuando más nos cuesta empatizar, incluso con las personas más cercanas a nosotros, y nunca nos preguntamos por qué algo nos gusta o nos disgusta en los demás. Por último, ‘Te dejé en enero y me volví loca en febrero’ es un ejemplo de cómo nuestra mente se aferra a situaciones, vivencias o emociones que nunca han sido verdad y cómo la dura realidad se nos planta delante, jugando con nosotros. Esos tres solo son algunos de los textos que aparecen en esta revista y de la que recomiendo encarecidamente su lectura.
Como dice el eslogan del Día Mundial de la Salud Mental de 2021: ‘Mañana puedes ser tú’, y es que nadie está exento de padecer una enfermedad mental a lo largo de toda su vida. Por ello, debemos trabajar conjuntamente, sociedad civil e instituciones, para avanzar y conseguir acabar los tabúes y estereotipos que rodean a estos trastornos y a las personas que los padecen. Creo que no somos consciente del daño y el sufrimiento que podemos llegar a causar si seguimos ignorando uno de los grandes problemas del siglo XXI y poniendo barreras, estigmatizando a una parte de la sociedad, impidiendo su inclusión. La empatía, la generosidad, la tolerancia, la diversidad, pero sobre todo la prevención, deben ser nuestro modo de actuación.