Toda, absolutamente toda la responsabilidad es de Alhama@Una, que pudiendo apostar por un gobierno progresista y estable para nuestro municipio, ha preferido entregarse a Vox, un partido radical que ataca las libertades y los derechos sociales
El Partido Popular y Alhama@Una han consumado la entrada de la ultraderecha en el Gobierno local. Como ya nos temíamos, han esperado a que pasaran las elecciones nacionales para llevar a cabo un pacto a tres, poniendo en manos de Vox las decesiones que van a marcar el futuro del municipio. Un partido que está en contra de la igualdad, que quiere adoctrinar a nuestros hijos/as, que quita las banderas LGTBIQ+ de los balcones, negacionista del cambio climático y de la violencia machista, cuya única propuesta para Alhama era quitar el nuevo mural de Murfy en la calle Severo Ochoa.
María Cánovas (PP) y Toni Sibina (@Una) han vuelto a engañar a toda la ciudadanía, incluidos sus votantes, ya que afirmaron que nunca gobernarían con Vox. Ahora los dos concejales de la formación ultra pasan a tener responsabilidades de gobierno y a dirigir distintas concejalías.
Este pacto, además, aumenta considerablemente el coste del equipo de Gobierno, siendo el más caro de toda nuestra historia, cuando prometieron bajarse los sueldos y eliminar los cargos de confianza. Sin embargo, ahora los han duplicado, metiendo por la puerta de atrás del Ayuntamiento a Isabel Cava, miembro de la candidatura de Alham@Una, que no fue elegida, y exportavoz de Ciudadanos durante la pasada legislatura.
En cambio, a los grupos de la oposición les han reducido la asignación un 25%, así como las indemnizaciones a estos concejales, siendo la más baja de toda la democracia, con el único objetivo de dejarlos sin recursos para poder fiscalizar la acción de Gobierno.
El resultado de las elecciones del pasado 28 de mayo daba dos posibles pactos: uno, formado por PSOE, IU-Verdes y Alhama@Una para conformar un gobierno estable y de progreso que hiciera avanzar a nuestro municipio; y otro encabezado por Partido Popular y Vox, que es el que finalmente ha propiciado la formación de Toni Sibina, Isabel Cava y Javier Sánchez Única.
Ahora, Alhama se encuentra en una situación de indefensión ante unos dirigentes radicales que solo buscan su acomodo personal y que quieren hacer retroceder a nuestra sociedad en derechos y libertades, sin importarles lo más mínimo las necesidades de los 22.000 alhameños/as, y que únicamente pretenden beneficiar a sus amigos.
Mientras que en España se ha impedido que los ultras dirijan el país, aquí ha sido Alhama@Una quien los ha metido dentro del Gobierno. Desde el Partido Socialista nos preguntamos qué pensarán en este momento los votantes y miembros de la agrupación de electores, formada por personas vinculadas a partidos de izquierda y representantes sindicales.
