Artículo de Antonio García, portavoz del Grupo Municipal Socialista, para Infolinea
Lo ocurrido en el pleno del pasado 30 de octubre, aunque resulte llamativo, no ha sido ni inesperado ni una sorpresa. El concejal de Alhama@Una, Toni Sibina, pidió la dimisión de la alcaldesa del PP por considerarla “incompatible con los valores de transparencia, respeto institucional y responsabilidad pública”, denunciando “decisiones unilaterales y comunicaciones inapropiadas”, “uso indebido de la posición de autoridad”, ocultar “información esencial que puede cambiar el rumbo de nuestras decisiones”, así como “actitudes en público (de María Cánovas) que no reflejan el respeto, la calma y la profesionalidad que nuestros vecinos merecen del Ayuntamiento”.
Es lo mismo que llevamos manifestando desde el Partido Socialista toda esta legislatura, algo por lo que hemos recibido insultos, acusaciones y menosprecio por parte de la alcaldesa, así como un acoso constante en redes sociales de personas muy vinculadas al PP y familiares de sus concejales.
Venimos soportando situaciones muy duras, no solo públicamente en los plenos, sino también en reuniones a puerta cerrada, sin cámaras, donde la soberbia y prepotencia de la alcaldesa es aún más evidente. Y, cuando hemos salido públicamente a denunciarlo, ella siempre se ha amparado en el victimismo, con falsedades y acusaciones de machismo, como ahora lo está haciendo también con el concejal de Alhama@Una.
La alcaldesa del PP está tratando a Toni Sibina igual que lleva haciendo todo este tiempo con los concejales de la oposición, incluso a su propio compañero de partido, Daniel Ruano, quien estuvo a punto de dejar su cargo por la actitud de la Sra. Cánovas. Han sido muchas las personas y colectivos a los que ha maltratado desde que cogió el bastón de mando, entre ellos la mitad de los voluntarios de Protección Civil, a los que echó sin ningún motivo con la ayuda de su concejala de Seguridad, Miriam Díaz. También castigó a las pedanías al dejarlas sin representantes durante medio año; a las asociaciones, a las tiene engañadas y sin cobrar; y, más reciente, lo ocurrido en esta pasada feria, en la que intentó manipular a las peñas de jóvenes, cargándoles la responsabilidad de la seguridad del recinto. Sus concejalas incluso se atrevieron a llamarles borrachos y drogadictos.
Ahora, María Cánovas achaca todos los males a Sibina y pide reunirse con los grupos de la oposición. Una mentira más para tapar su incompetencia y falta de trabajo. Si fuera cierto, no habría estado insultando a los concejales del PSOE e IU hasta el pasado viernes. Quiero recordar que en el pleno de septiembre dijo que preferiríamos gastarnos el dinero de los alhameños en “putas y cocaína”, y lejos de pedir perdón se reafirmó los siguientes días en medios regionales, llamando a toda la izquierda “la putrefacción de la política española”.
La realidad es que Alhama está paralizada por culpa de la actual alcaldesa, sin rumbo y sin una sola idea de municipio, con una improvisación constante basada en ocurrencias. La última, subir el impuesto de la basura, duplicando el recibo a vecinos y negocios, y triplicándolo a nuestros mayores. No quiero volver a repetir uno por uno todos los proyectos y servicios que ha destruido en este año y medio, pero sí es bueno recordar que, durante las dos legislaturas anteriores, desde el Gobierno socialista nos dejamos la piel para transformar el casco urbano y sus pedanías.
Sibina ya ha dicho que su pacto es con el Partido Popular, y ha dejado claro que, si María Cánovas dimite, podría continuar el actual Gobierno. Nosotros tenemos claro que Alhama no se merece a esta alcaldesa del PP.
El PSOE se mantiene en su sitio, que es al lado de los 23.000 alhameños y en defensa del interés público. Donde siempre ha estado y donde siempre va a estar.