Artículo de Felipe García, concejal del Grupo Municipal Socialista de Alhama, para Infolinea
Desde el inicio de la actual legislatura en junio de 2023, la actitud prepotente y autocrática de la regidora del Ayuntamiento, así como de la edil de Seguridad hacia una parte de los voluntarios/as de la agrupación de Protección Civil ha sido un verdadero despropósito. La elección de la jefatura operativa se convirtió en un espectáculo lamentable, con una votación que validó los votos de personas ausentes en una asamblea extraordinaria convocada adrede con escaso tiempo de antelación. Este episodio no solo fue un trampantojo, sino que marcó el inicio de una purga sistemática contra aquellos que se opusieron a las propuestas de las dos dirigentes.
A ello se suman presuntas actuaciones totalmente desproporcionadas: indefensión, negando pruebas testificales en el procedimiento administrativo y derecho de defensa, tergiversación de los hechos y actuaciones, agresión física, sanción a un voluntario por prestar ayuda a vecino accidentado, diferencia de trato y discriminación entre voluntarios, animadversión, improcedencia de una medida cautelar impuesta, vulneración de la presunción de inocencia, marginación y trato vejatorio, entre otras.
La alcaldesa y su concejala de Seguridad han llevado a cabo una campaña de expulsión contra una decena de miembros que durante años han sacrificado su tiempo personal y familiar para prestar un servicio público desinteresado en Protección Civil y Emergencias.
Estos voluntarios/as, que han dado parte de su vida para ayudar a sus vecinos, ahora se ven obligados a acudir al Defensor del Pueblo y a los tribunales de justicia, ante la inquina y poca humanidad de María Cánovas y Miriam Díaz, con la aquiescencia de los grupos políticos municipales que las sustentan: sus propios compañeros del Partido Popular, los ediles de VOX, que actúan de comparsa, y el representante de Alhama@Una, que ha llevado en palabras a los miembros de la Agrupación, pero no ha materializado con hechos su propuesta de Pleno de solicitar la mediación del Juez de Paz. Vamos, una entelequia.
La actitud del Gobierno municipal tripartito no solo es una muestra evidente de maldad, sino que también quiebra valores esenciales que toda sociedad debe respetar, como la solidaridad y el compromiso con el servicio público. La purga de voluntarios con décadas de antigüedad es un ataque directo a los principios de convivencia y altruismo que sustentan nuestra comunidad.
Es imperativo que se busquen soluciones y se restablezca el respeto hacia estas personas que merecen todo el reconocimiento y apoyo por su labor altruista. Nuestra sociedad no puede permitir que el despotismo que está imperando en el Consistorio alhameño de la mano de las Sras. Cánovas y Díaz, que demuestran cada día una falta absoluta de escrúpulos y de empatía, destruyan el tejido que hemos construido con tanto esfuerzo y dedicación.