S.O.S. La educación pública en la Región de Murcia está en peligro

Artículo de María José López, concejala de Educación, para Infolínea

Estamos expectantes cuando oímos noticias de la consejería de Educación, creemos que las cosas van a cambiar, que se le va a dar a la educación pública el valor que se merece, pero nuestro gozo en un pozo. Nuestra frustración cada vez va a más y nos sentimos impotentes cuando nos enteramos de que la Comunidad Autónoma pretende paralizar, mediante una resolución, la aplicación de la ley de gratuidad de los libros de texto, que aprobó por unanimidad la Asamblea Regional hace cuatro años. Una norma que obligaba al Gobierno de la Región de Murcia a sufragar los manuales escolares a todo el alumnado de educación obligatoria y que ahora se esfuma. Una barbaridad más del Ejecutivo de López Miras, que deja fuera a chicos y chicas de 3º y 4º de la ESO, a quienes tenía que costear estos libros, tal y como estaba previsto. Así, y sin justificación alguna, en el próximo curso escolar no habrá libros gratuitos para más alumnos/as de los que los han tenido hasta la fecha.

Otra de las noticias que conocemos es que, según un informe de Save The Children de Mayo de 2022, solo dos de cada cien alumnos acceden a una beca de comedor en la Región de Murcia, la tasa más baja de España. Algo muy grave, pues tenemos en cuenta que uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza y exclusión social y este servicio es básico para garantizar la oportunidad de comer en condiciones cada día para miles de escolares. El Gobierno de López Miras ante esto sigue ausente, mirando para otro lado, sin querer entender que somos de las comunidades con requisitos más estrictos para acceder a estas becas, incluso cumpliéndolos solo se les concede a un 25% de quienes lo solicitan, y únicamente en Educación Primaria. ¿Acaso no se dan cuenta de que esta necesidad también se extiende a Secundaria?

En Alhama tenemos un claro ejemplo del desprecio que el Gobierno regional siente por la educación pública. El CEIP Príncipe de España, colegio emblemático del municipio, es el único que queda sin comedor. El Ayuntamiento ha enviado un proyecto a la consejería para construir uno aprovechando espacios y gestionando los recursos ya existentes de la mejor manera posible, todo esto en colaboración con el centro y con su AMPA. Esperábamos que este proyecto fuese aprobado, incluso lo incluimos en los presupuestos municipales; para nuestra sorpresa, desde la dirección general de Centros Educativos e Infraestructuras contestaron que “este planteamiento no se considera viable”, sin molestarse siquiera en enviar un técnico para estudiar la propuesta in situ.

Es una de las causas de que en este colegio se inscriban pocos niños, ya que hoy el comedor es un servicio indispensable para la conciliación de la vida laboral y familiar. Por si fuera poco, el Gobierno regional se niega a bajar ratios y a respetar las zonas de escolarización, así que este año la Comunidad Autónoma adopta la solución más fácil para ellos y cierra el aula de tres años del Príncipe de España, colegio de una sola línea, un verdadero desastre para un centro con más de 50 años de historia. Y se quedan tan panchos.

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