Carpas sí, pero con seguridad

Artículo de Leticia Pareja, concejala de Hostelería, para Infolínea

Siempre hemos estado del lado de nuestros hosteleros, el hecho de que tengan que retirar las carpas de los exteriores de sus negocios no es un capricho de este Ayuntamiento ni una normativa nueva, al contrario de lo que se rumorea.

Las terrazas vienen reguladas por una ordenanza de 2012, del último gobierno del Partido Popular. Un texto con graves carencias, que no tiene un régimen que contemple las faltas y las sanciones y que, además, no permite la colocación de carpas en la vía pública. A pesar de estar en nuestras plazas -algunas de ellas desde hace años-, estas estructuras no cuentan con autorización del Ayuntamiento y éste tampoco tiene medios para retirarlas de oficio. Su situación era irregular y los hosteleros afectados lo sabían desde hace años.

En Navidad, desde la concejalía de Hostelería lanzamos una campaña de apoyo al sector vistas las restricciones que nos iban imponiendo desde la Comunidad Autónoma. Dimos todas las facilidades para que nuestros bares y restaurantes pudieran trabajar, y más en unas fechas tan importantes para ellos. Se autorizó de manera excepcional el montaje de algunas carpas, bajo el amparo de la situación pandémica, para todos aquellos que las solicitaron.

Esta concesión tuvo resistencias por parte de algunos vecinos, que se acercaron al Ayuntamiento a expresar su malestar y a exigir su retirada inmediata. Aun a pesar de ello la autorización se mantuvo, ya que era algo temporal y necesario para que los hosteleros pudieran trabajar.

En todo este contexto, uno de los vecinos denunció la situación y, como no puede ser de otra manera, las autoridades actuaron. Les dieron un plazo de dos meses a los profesionales para desmontar estas estructuras y buscar una solución alternativa, hasta que tengamos aprobada la nueva ordenanza de terrazas, que sí va a permitir carpas y que suple las carencias de la ordenanza actual heredada.

Nadie quiere que Alhama se convierta en un municipio sin vida, pero casi nadie quiere una terraza debajo de su balcón o ventana. Todos tenemos derecho a descansar y que nadie nos moleste, pero también queremos ir con nuestros amigos y familiares a comer y cenar fuera.

Estamos trabajando desde hace bastante tiempo para conseguir un equilibrio extraordinariamente complejo, una ordenanza que haga que tanto vecinos como hosteleros se sientan respetados, que permita una convivencia tranquila y con un régimen sancionador que dé seguridad a todas las partes.

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