Artículo de Nuria García para Siete Días Alhama
Nos han señalado y es razonable que así lo hagan, es su estrategia. Porque el feminismo es lo que está transformando de verdad el corazón de una sociedad, con los cambios, con las novedades que las mujeres hemos traído cuando empezamos a participar en todos los órdenes de la vida. Porque la lucha feminista es la lucha por la democracia, y eso es normal que a la ultraderecha no le guste.
Éste ha sido un 8-M un tanto especial, porque las condiciones sanitarias nos han impedido realizar manifestaciones y actos masivos para no ponernos en riesgo ni a nosotras ni los demás, pero aun así las mujeres y hombres socialistas mantenemos firme nuestro compromiso con el feminismo. Creemos hay que contestar a ese discurso reaccionario de la derecha y la ultraderecha que va contra los avances de las mujeres, contra el feminismo y las feministas, y por tanto contra las políticas del Partido Socialista.
Nos han señalado y es razonable que así lo hagan, es su estrategia. Porque el feminismo es lo que está transformando de verdad el corazón del funcionamiento de una sociedad, con los cambios, con las novedades que las mujeres hemos traído cuando empezamos a participar en todos los órdenes de la vida. Porque la lucha feminista es la lucha por la democracia, y eso es normal que a la ultraderecha no le guste.
Hay mucha gente -unos con buena fe, pero otros con una clara intención ideológica- que está diciendo que en estos tiempos ya no tiene sentido seguir reivindicando el feminismo y la igualdad, porque ya somos iguales. Sin embargo, aunque mucho es lo que se ha avanzado, aún queda mucho más por conseguir y no podemos dejar esta lucha por nosotras, por las mujeres que nos precedieron y por las que vendrán después.
Hay seguir trabajando para acabar con las brechas, la salarial y la de infrarrepresentación en algunos poderes importantes como el económico y el mediático, donde hay muy pocas mujeres todavía en puestos de influencia, de decisión. También con respecto a las pensiones, donde las mujeres perciben en nuestro país casi un 35% menos respecto a los hombres.
Si esta lucha es importante siempre, este año lo es mucho más. La crisis provocada por la pandemia se ha cebado especialmente con las mujeres, que son las que más han empleos han perdido, o las autónomas que han visto frustradas sus expectativas de negocio. Además, como consecuencia de la crisis las mujeres lo van a tener mucho más difícil para volver a encontrar un trabajo. Por eso es necesario ponerse en la piel de todas las mujeres que hoy sufren una mayor precariedad laboral y que urgen de actuaciones en materia de política social que les ayuden a no quedarse atrás.
Desde el PSOE tenemos claro que todas las administraciones deben impulsar políticas públicas a favor de la igualdad laboral y salarial, incluir la perspectiva de género en todas las actuaciones así como promover una educación basada en relaciones igualitarias.
Las y los socialistas nos sentimos muy orgullosos, ya que todas las leyes de igualdad de este país tienen la firma socialista: Ley contra la violencia de género, Ley para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres o las leyes para garantizar la interrupción del embarazo. Ya en 1983 pusimos en marcha el Instituto de la Mujer, motor de las políticas públicas de igualdad en España.
Y como señalaba este pasado domingo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el principal adversario del feminismo es la ultraderecha que no pierde ocasión para criminalizar al feminismo y a los valores que este representa. No hay retroceso posible “no van a poder parar a las mujeres”.