DISCURSO PLENO DE INVESTIDURA 2023
Mariola Guevara Cava
Hoy, aquí, me siento como en casa. Estoy emocionada por todas las muestras de cariño que he recibido en las últimas semanas, y que han sido una constante a lo largo de estos años al frente de nuestro Ayuntamiento.
Cada día he aprendido de mis vecinos y vecinas, sois vosotros y vosotras quienes me otorgasteis el honor de ser la primera mujer alcaldesa de Alhama, y quienes me habéis hecho una mejor política y mejor persona.
En este momento se me agolpan los recuerdos, desde mis inicios en la oposición allá por 2011 de la mano de Pepe Espadas; la primera legislatura de gobierno con Diego Conesa; hasta estos últimos cuatro años con los que han sido mis compañeros de mil batallas.
A lo largo de este tiempo he aprendido que el cambio solo ocurre cuando la gente se involucra, se compromete y se une para conseguirlo. Después de 5 años como alcaldesa, sigo creyendo eso. De la misma forma que creo con más firmeza que nunca en valores como la justicia, la igualdad, la libertad y los derechos humanos. Pilares básicos de nuestra democracia, que heredamos de nuestros predecesores, padres y abuelos, quienes lucharon para construir una sociedad más justa y un mundo mejor.
Si nos hubieran contado hace ocho años, los retos a los que nos íbamos a enfrentar, quizá nadie lo habría creído. Han sido incontables las vicisitudes sobrevenidas, sin duda la más dura de todas fue la pandemia, que nos hizo aunar todas las fuerzas que disponíamos y hacerle frente para proteger la vida de nuestros vecinos y vecinas, así como atender las necesidades de quienes se vieron duramente golpeados en sus negocios y en su día a día.
Alhama es hoy, en 2023, una ciudad mucho más fuerte de lo que era cuando empezamos este proyecto. Durante todo este tiempo hemos trabajado para hacer de nuestra Villa un referente dentro y fuera de la Región de Murcia. Un lugar mejor y lleno de oportunidades para niños, jóvenes, adultos y personas mayores.
Cada euro que hemos destinado a las diferentes áreas municipales, ha redundado en el conjunto de los 22.000 alhameños/as, en la sostenibilidad y mejora de nuestro Estado del Bienestar, que tanto sacrificio nos ha costado conseguir.
A partir de ahora serán nuevos y muy diferentes los desafíos que nos encontraremos. Nuestro potencial sólo se mantendrá si nuestra democracia funciona y si nuestra política refleja la decencia de nuestro pueblo.
El interés general debe estar siempre por encima de cualquier otra consideración. Entender esto hará que sigamos avanzando en derechos y libertades, creando riqueza y nuevas oportunidades de empleo, mejorando nuestras infraestructuras y poniendo en marcha más y mejores servicios, sin dejar a nadie atrás y protegiendo a los colectivos más vulnerables. De lo contrario, todo lo logrado no habrá servido de nada y será un gran fracaso colectivo.
Estaremos al lado de todas las políticas encaminadas a la mejora de la vida de las personas, y nos opondremos frontalmente a aquellas que busquen empeorarla.
Nuestro sistema es imperfecto y nos obliga cada día a corregir desigualdades. Por ello, frente a quienes defienden solamente a los más ricos, nosotros seguiremos al lado del conjunto de familias que trabajan y luchan cada día para salir adelante. Así como de nuestras empresas, pymes y autónomos, verdaderos generadores de empleo y riqueza.
Si no tenemos altura de miras y creamos oportunidades para todos, el descontento y la división frenarán nuestro progreso en los años venideros. Si nos abstenemos de invertir en la educación, la formación y el futuro de los hijos de personas inmigrantes, sólo porque no se parecen a nosotros, disminuyen también las perspectivas de nuestros propios hijos, porque esos niños representarán en unos años una proporción importante de la realidad laboral de nuestro municipio, y por tanto, también de nuestra economía.
Debemos respetar las leyes y luchar contra la discriminación y la intolerancia, sea cual sea su origen, y también seguir combatiendo la lacra de la violencia de género, así como defendiendo los derechos de las personas LGTBI. Para ello, el camino más corto y efectivo será siempre la EDUCACIÓN y la conciencia social. Porque uno no entiende a los demás hasta que no se mete bajo su piel.
Nada de esto es fácil. Siempre es más seguro refugiarnos en nuestra propia burbuja que aceptar otras opiniones y realidades, pero tenemos que esforzarnos cada día para valorarnos más a nosotros mismos y a quienes nos rodean, buscar puntos de encuentro e insistir en lo que nos une y no en lo que nos separa. Porque cada uno de quienes vivimos en esta hermosa tierra llamada Alhama somos parte de su identidad y de su historia. De nuestro legado dependen las próximas generaciones.
Desafíos como el cambio climático, los conflictos bélicos, las crisis económicas y la amenaza de nuevas enfermedades que condicionen nuestro bienestar son reales y ya los hemos sufrido. En este contexto es donde cobran sentido los Objetivos de Desarrollo Sostenible recogidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas. Cumplirlos no es un capricho, sino una necesidad urgente que marcará el rumbo de nuestras ciudades, continentes y del conjunto del Planeta donde vivimos. De ahí que siempre hayamos defendido un municipio más sostenible, más verde y más amable, pensado para las personas, defendiendo nuestros espacios naturales, biodiversidad y ecosistemas, así como aquellos núcleos rurales que conforman nuestras cinco pedanías: Gebas, El Berro, La Costera, Las Cañadas y El Cañarico, donde será fundamental seguir invirtiendo e incentivando su vida allí para luchar contra la despoblación.
El poder es un péndulo que se mueve con el paso del tiempo y tratar de conservarlo es como intentar retener el aire con las manos. El pasado 28 de mayo las urnas, expresión máxima de nuestra democracia, hablaron y decidieron darnos el lugar que hoy ocupamos en este órgano representativo como es el Pleno de la Corporación. Cada uno de los 21 concejales que formamos parte de él debemos aceptar la responsabilidad que nos ha otorgado la ciudadanía.
Fortalezcamos nuestros lazos a través del diálogo político para ponerlo al servicio público, limemos asperezas, aparquemos el rencor y pidamos perdón cuando nos equivoquemos. Antes de culpar a los demás, examinemos primero nuestras propias decisiones. Pese a todas nuestras diferencias, en última instancia, siempre compartiremos un mismo objetivo: Alhama.
En el transcurso de estos ocho años he reído, he llorado y he sentido como propios los problemas que cada alhameño/a me ha trasladado por la calle, por carta, por teléfono o en el despacho. He sentido como un deber la obligación de atender a centenares -o quizá miles- de ellos, de cuidarlos como si fueran mi propia familia, y de dar el máximo cada día por todos y cada uno DE VOSOTROS Y VOSOTRAS.
La fe y el tesón que pusimos para lograr el cambio que necesitaba Alhama se ha visto recompensada como nunca podía haber imaginado. Espero que para mis 22.000 vecinos y vecinas también haya sido así en algún momento durante este tiempo.
A quienes nos otorgaron su confianza en 2015 y lo volvieron a hacer en 2019 con mucha más fuerza. A quienes la han mantenido este 2023… solo puedo decir GRACIAS. También a todas aquellas personas que, sin darnos su apoyo en las urnas, han sido respetuosos y nos han tratado con cercanía y vecindad.
A Gregorio, mi marido, gracias por estar a mi lado y ser mi apoyo incondicional. A mis hijas, Clara y Arancha, gracias por soportar que vuestra madre haya estado más tiempo ausente que en casa estos últimos años. Papá, mamá, hermana, sin vosotras hubiera sido imposible llegar hasta aquí. Os quiero mucho.
A mis compañeros del equipo de Gobierno: Antonio García, María José, Felipe, Nani, Caja, Leticia, Piqui, Eva, Espinosa y Rosa; así como a Antonio Ramírez, mi jefe de Gabinete: sin vuestro compromiso, talento, constancia y entrega, nada de lo que hemos logrado habría podido hacerse, y en unas circunstancias extremadamente difíciles. Ha sido y es un privilegio cada minuto a vuestro lado.
A mis actuales compañeros de grupo, a los que se suma Alicia; a los miembros de mi partido, el Partido Socialista Obrero Español, que siempre han estado arropándonos. Familiares, amigos y vecinos, gracias por todo lo que nos habéis dado.
A los extraordinarios empleados públicos con los que hemos trabajado: mi reconocimiento y más sincera gratitud. Sois quienes hacéis que nuestra institución local funcione con la solvencia y efectividad que lo hace.
A las empresas de servicios que siempre han dado el 100%. También a quienes de manera voluntaria han actuado entregando lo mejor de sí, incluso en los momentos más duros y frustrantes. Me siento muy orgullosa de vuestro comportamiento.
Y a todos vosotros, a cada persona que vive en esta hermosa ciudad, la más bonita del mundo y a la que amo: os estoy eternamente agradecida.
Cerramos esta etapa hoy de una forma aún más optimista que cuando comenzamos, con el orgullo del deber cumplido y sabiendo que nuestra labor ha podido ayudar a tantas personas y hacer crecer el municipio.
Ha sido un honor servir a mis conciudadanos, y lo seguiré haciendo desde mi nueva responsabilidad, en cualquier parte cuando me necesitéis, ahí estaré todos los días que me queden por vivir.
Quiero terminar reforzando los cuatro principios que destaqué en mi primer discurso de investidura y que han marcado mi camino todo este tiempo: el trabajo, la ejemplaridad, la ética y la transparencia.
Un día soñamos con este proyecto. Durante mucho tiempo trabajamos para poder alcanzarlo, y estos últimos años, los mejores de nuestras vidas, hemos dedicado cada minuto los 365 días del año, y lo mejor de cada uno de nosotros y nosotras para hacerlo realidad.
Muchas gracias, compañeros y compañeras, vecinos y vecinas, amigos y amigas.
