Las discrepancias en el apoyo a las personas LGTBIQ rompen la unidad política de los últimos años

Vox e IU, por distintas razones, se desmarcan de la moción conjunta de adhesión al manifiesto de la Federación de Municipios, que se leerá este viernes 28 de junio frente al Ayuntamiento

El pleno ordinario de junio, el primero de la nueva legislatura, aprobó los tres puntos del orden del día, más un punto de urgencia.

El primero de ellos fue la modificación presupuestaria para poder liquidar las facturas de las obras de la pista de atletismo del complejo deportivo Guadalentín y el comedor del colegio Sierra Espuña. Contó con los votos favorables del equipo de Gobierno y los votos en contra de los grupos municipales del PP, Vox, C’s y grupo mixto (IU). En este sentido, la Alcaldesa puso de manifiesto una vez más la dejadez de la Comunidad Autónoma al no asumir sus competencias en Educación, Sanidad, Deportes o Servicios Sociales, entre otros. Lo que ha obligado al Ayuntamiento de Alhama a costear inversiones y servicios por valor de más de 4 millones de euros en la pasada legislatura. Guevara invitó a los demás grupos políticos a trabajar juntos para conseguir que el gobierno Regional cumpla con sus obligaciones, comenzando por la construcción del nuevo IES Valle de Leiva y las carreteras de las pedanías.

El siguiente asunto que salió adelante fue aceptar la renuncia de la tercera mercantil presentada para gestionar el servicio de recogida de basura orgánica y limpieza viaria del municipio, así como clasificar y requerir la documentación a la siguiente empresa. Un punto aprobado con los votos favorables del PSOE y la abstención del resto de grupos. Hay que recordar que el equipo de Gobierno socialista ha conseguido que la actual concesionaria del servicio devuelva al Ayuntamiento un millón de euros de la amortización de la maquinaria, algo que debería haber pedido el anterior gobierno del Partido Popular y Ciudadanos de Centro Democrático al final de su legislatura, y que no hicieron. El concejal de Infraestructuras y Servicios Públicos invitó al resto de grupos a realizar aportaciones “para que los alhameños tengan el mejor servicio de limpieza posible”.

La sorpresa saltó en el punto de adhesión a la Declaración Internacional del Orgullo LGTBIQ, que se celebra este viernes 28 de junio. Como era de esperar, Vox se desmarcó de la moción conjunta suscrita por PSOE, PP y C’s con un manual de excusas a cuál más incomprensible. Sin embargo, lo que no entendemos es por qué el concejal del grupo mixto (IU), ha dado un giro de 180 grados en tan solo un mes, para situarse en la crispación contra un equipo de Gobierno que ha trabajado de forma seria y responsable durante la pasada legislatura, donde el PSOE ha ido de la mano con su grupo en la defensa de los derechos de las personas con diferentes orientaciones sexuales e identidades de género. Consideramos que ha habido un intento de confundir a los alhameños y alhameñas dejando entrever que no se ha hecho nada en los últimos años, cuando ha sido todo lo contrario. Por ello, el PSOE no entiende los ataques a la concejala de Igualdad, a sabiendas de que no eran ciertos. Tuvo que ser la Alcaldesa quien recordó algunas de las acciones que se han llevado a cabo y que se van a mantener y ampliar.

Tras los resultados electorales del pasado 26 de mayo, el PSOE de Alhama percibe síntomas claros de agotamiento político después de 12 años de quien representa a un partido tan importante para nuestro municipio como es Izquierda Unida.

El punto de urgencia aprobó por unanimidad de todos los grupos la entrada de Vox dentro de la comisión para elaborar la memoria del servicio de agua potable.

Mariola Guevara volvió a tender la mano, tal como manifestó en su discurso de investidura, a los concejales de la oposición para colaborar con el objetivo de conseguir una Alhama aún mejor.

Partido Popular y Ciudadanos escenifican la prostitución de la política en la Región

El apoyo de la formación naranja al PP para seguir gobernando la Comunidad Autónoma después de 24 años da muestra de que la regeneración de la que hablaban era un engaño, además de apuntalar la corrupción del partido de Pedro Antonio Sánchez y López Miras

En Alhama, la renuncia de Luis Franco antes del pleno de investidura evidencia un total desprecio de los populares al interés general y el engaño a sus propios candidatos

Ciudadanos va a volver a pactar con el Partido Popular en la Región de Murcia. Y lo hacen después de reivindicar toda la campaña una “regeneración” política en el gobierno de la Comunidad y convencer con ello a una parte importante del electorado que veía al PP de Pedro Antonio Sánchez y López Miras, acechado por innumerable corruptelas, en la oposición. Nada más lejos de la realidad. La propia Inés Arrimadas aseguraba que 24 años del PP en la Región eran demasiados: “¿os imagináis ahora 28 años gobernando los mismos en la Región de Murcia”. Pues sí, ellos lo van a hacer posible.

La tomadura de pelo ha sido mayúscula. Y no es nueva, aquí lo sabemos bien, porque en Alhama desde que existe C’s ha engañado a todo el mundo, basándose su tarea en el Ayuntamiento en la crítica permanente, la mentira flagrante y el enredo constante.

Ahora vemos como Isabel Franco no ha sido más que la “tonta útil” en manos de Rivera para hacer y deshacer a su antojo en la Región de Murcia. El inicio de la X Legislatura y la constitución de la Asamblea Regional el pasado martes 11 de junio, escenificó la defunción de la credibilidad de una parte de la política con la sociedad que confiaba en sus dirigentes para cambiar las cosas después de casi 30 años de mala praxis en Murcia. La reunión mantenida la semana pasada entre el partido de Albert Rivera -que no de Isabel Franco- y el PSRM-PSOE de Diego Conesa no fue más que un paripé dentro de la estrategia tejida por la formación naranja para justificar lo injustificable. Una especie de beso de Judas, tras llegar a ese encuentro ya rendidos al PP a cambio de lo que tal vez nunca sabremos, a no ser que un juez lo destape algún día. Y es que el grado de hipocresía y falacias ha llegado al punto de asegurar la alcaldía socialista en algunos municipios como Caravaca de la Cruz por parte de Ciudadanos -como fuimos testigos en los pasillos de la Asamblea- para dar un barquinazo dos días después y enterarnos de un pacto cerrado con los populares para echar a nuestro compañero Pepe Moreno, quien ha realizado una labor encomiable en ese municipio, con una situación heredada muy difícil.

Que el garante de la regeneración fuera un partido que alberga entre sus filas a tantos exmiembros del PP se antojaba difícil. Como ejemplo de nuevo Alhama, donde algunos de sus candidatos en estas elecciones llevan en política desde que se utilizaban las cintas de cassette, e ideólogos del intento de «golpe» en la investidura del 13 de junio de 2015, que a día de hoy siguen sin explicar. Los mismos que se han jactado durante esta campaña de que el PSOE tendría que sentarse con ellos para pactar. Y para comenzar a hablar, Mariola Guevara debía echar a dos de sus principales concejales. Incluso el mismo día de las elecciones era la consigna que seguían repitiendo los miembros de su lista. En definitiva otra tomadura de pelo a los vecinos, ya que las tres formaciones: centro derecha, extrema derecha moderada y extrema derecha radical ya tenían claro que si sumaban en Alhama, gobernarían juntos. El argumento de Rivera de no pactar con Vox ha sido otra pantomima más de la “veleta naranja”.

Pero aquí, lo que los miembros de C’s desconocían era que en el PSOE no nos hubiéramos sentado en la misma mesa con el partido que ha estado sistemáticamente insultando, difamando y malmetiendo contra el equipo de Gobierno estos cuatro años, antes nos hubiéramos ido por nuestro propio pie a la oposición. Por dignidad y por principios.

Aquí los vecinos les mandaron a su sitio; en la Comunidad Autónoma los seis diputados de C’s, engañando a todo el mundo con la falsa promesa de la regeneración, han decidido dejar en la oposición al partido que ha ganado las elecciones para seguir apoyando al PP, mantener su red clientelar y bendecir su corrupción. Y nos preguntamos, ¿para hacer qué?

La noticia con la que nos despertábamos esta mañana, con la renuncia del candidato popular en Alhama tampoco ha sido una sorpresa. Vuelve a ocurrir como hace cuatro años, donde la derrota del PP trajo aparejada una cascada de dimisiones, comenzando por la del líder, alegando problemas de salud repentinos o el ya manido argumento de los “motivos personales” (como si los hubiera de otro tipo). Con la salvedad de que en el caso de Luis Franco su partido lo ha usado como un pañuelo de “usar y tirar”, poniéndolo para estar ahí cuatro años hasta su jubilación (él mismo lo dijo), dejándolo poco margen de maniobra y dirigiéndole a hacer cosas tan poco elegantes como sacar un boletín de crítica sesgado, malintencionado y con ataques personales, en lugar de ofrecer un proyecto alternativo real para Alhama, que nunca han tenido. No contentos con ello, también volcaron sus esfuerzos en un vídeo en el que el candidato arrugaba el programa electoral socialista de 2015 y lo arrojaba con desprecio a una papelera. Tal vez el gesto más feo que hemos visto en democracia en nuestro municipio, porque con ese documento estaban arrojando también a la basura todas las ideas y compromisos que nacieron de la iniciativa de cientos de vecinos con los que nos reunimos y de los que recogimos su opinión y necesidades. Algo que quedará para siempre en nuestra retina política.

Precisamente el partido que ha difundido el bulo de que Mariola Guevara se marcharía tras ganar las elecciones ha sido quien más miembros de su lista ha visto dejar la política tras perder, lo que dice muy poco de su compromiso con el interés general y mucho sobre la ambición personal de sus candidatos.

El Partido Popular y C’s han tenido cuatro años para regenerarse en Alhama y no han sido capaces de ello. Veremos si en los próximos cuatro lo consiguen, y si es en beneficio de todos los alhameños y alhameñas.