Artículo de Nani Navarro, concejala de Mayores, para Infolínea
Es un hecho que, con la llegada del envejecimiento, son más las atenciones que se necesitan. Preocuparnos por el cuidado de nuestros mayores es fundamental, en especial procurando que no se sientan solos y que estén bien atendidos. Pensemos en que, si todo va bien, algún día nos tocará estar en ese lugar.
El mundo en el que vivimos, con cambios en las estructuras demografícas, descenso de la natalidad, aumento en la esperanza de vida y la incorporación de la mujer al mundo laboral -cuidadoras por imposición-, las familias tienen cada vez menos tiempo para la atención que merecen las personas de edad avanzada.
En este contexto, es casi inevitable hacerse la siguiente pregunta: ¿qué es lo mejor para nuestros mayores? ¿Ingresar en una residencia, pedir plaza en los centros de día o requerir cuidados a domicilio? Es posible que todas las opciones sean validas, pero a la hora de tomar una decisión tan importante se debe realizar un estudio serio, puesto que cada caso debe centrarse en las necesidades que necesitaran sus usuarios/as.
Debido a la gran demanda de las familias, son muchas las plazas que se necesitan en las residencias. Vivimos en la Región con menos ratio de plazas de todo el país, también somos la segunda Comunidad Autónoma con menos plazas públicas, con un déficit de unas 7.000, debido a la escasez de las mismas. Y las pocas que están disponibles son ocupadas mayoritariamente por personas que tienen una alta dependencia, por lo que las relaciones sociales con otros residentes que no tienen estas necesidades no son las idóneas. Por lo que estaría bien que desde el Gobierno de Lopez Miras, se pusieran a trabajar en el nuevo modelo residencial que vendió Isabel Franco en abril de 2020.
Desde el Ayuntamiento de Alhama venimos implementando políticas efectivas, dentro de nuestras competencias, como las actividades en colaboración con Cruz Roja para prevenir la soledad, fomentar el acompañamiento y promover la actividad física y cognitiva. Este inicio del año también hemos retomado el ‘Aula de experiencias saludables’, un ciclo de conferencias dentro del programa ‘Envejecimiento activo y saludable’, que tiene como objetivo afrontar las necesidades de nuestros mayores para afrontar esta nueva etapa de su vida, la ‘segunda juventud’.
Para quienes no desean salir de sus casas y no tienen una alta dependencia, debemos seguir trabajando en otros modelos asistenciales, junto con el apoyo de las familias, para que puedan permanecer en sus viviendas y en sus barrios, que les aportan cierta independencia, gracias al conocimiento que tienen de los mismos.
Un par de matizaciones más: una es la carencia de las plazas residenciales que se da en las grandes ciudades, mientras que en las zonas rurales la realidad es que, en general, éstas no están adaptadas a las necesidades de los mayores; la otra tiene que ver con la falta de profesionales en las residencias de mayores, constatada por el informe de la Asociación Estatal de Directores y Gerentes en Servicios Sociales. De la misma manera que es necesario cuidarse bien para poder cuidar, es igualmente cierto que para atender las necesidades se necesitan recursos.
