La salud es lo primero

Artículo de Nuria García para Siete Días Alhama

Los socialistas pensamos que el bienestar de las personas siempre ha de ser la prioridad de la actividad política. Además, resulta fundamental para salir de esta crisis sin una mayor desigualdad, sobre todo para nuestros mayores y personas dependientes.

Es un hecho incuestionable el que nuestro sistema sanitario durante estos meses de pandemia ha estado a punto del colapso, entre otras cuestiones motivado por los años de recortes en muchos sectores, pero especialmente en sanidad y servicios sociales. Esta situación afecta a la calidad de vida y a la vida misma de las personas, esto es algo que los socialistas consideramos inasumible en la sociedad actual, y mucho más cuando se disponen de medios para solucionarlo.

Bajo el principio de que la salud es lo primero, hace unos días nuestro secretario general, Diego Conesa, presentaba la propuesta de un plan urgente basado en el bienestar de las personas y en el refuerzo de la sanidad pública regional. La propuesta que el grupo parlamentario socialista ha hecho a los demás partidos es fruto del trabajo de muchos meses y de los contactos mantenidos con profesionales de la sanidad y de los servicios sociales, donde se han recogido las principales necesidades para poder poner a punto nuestro sistema sociosanitario.

El texto está basado en los cinco ejes fundamentales que se necesitan para garantizar el bienestar y la salud de todos. Comenzando por el necesario aumento de plazas y la estabilidad de los profesionales, así como un plan de choque de las infraestructuras sanitarias y de atención primaria.

Es fundamental transformar el modelo residencial de atención a las personas mayores y dependientes. También lo es ampliar el parque público de vivienda social para poder atender a las familias vulnerables que se han visto afectadas por la crisis de la pandemia. Y, por último, para que nadie se quede atrás en el momento de la recuperación, el plan propone complementar la renta básica regional con el ingreso mínimo vital del Estado para erradicar la pobreza.

Unas propuestas que son necesarias que nunca. El gran despliegue de fondos de la Unión Europea y del Gobierno de España, destinados a reforzar el sistema sanitario, nos ofrecen una oportunidad histórica para modernizar y adaptar el modelo de atención sociosanitaria, preparándolo para futuras pandemias y haciéndolo mucho más eficiente en el tratamiento y los cuidados de la gente. Estos fondos van a hacer posible, entre otras cosas, la creación de unas cuatrocientas plazas de profesionales sanitarios que vendrían a descongestionar el sistema y permitirían acabar con las demoras a la hora de ser atendidos en los centros de salud. No podemos dejar pasar la ocasión que se nos brinda para adoptar medidas como las que proponemos desde el PSRM-PSOE.

La pandemia, tristemente, ha demostrado que el actual modelo de residencias de personas mayores y dependientes está siendo ya ineficaz. Por lo que creemos fundamental ir hacia un nuevo sistema centrado en las personas, que priorice las necesidades reales tanto de quienes optan por ir a una residencia como de los que deciden quedarse en casa. Se lo debemos a nuestros mayores.

El modelo que planteamos reproducirá un entorno lo más parecido al hogar: ‘como en casa’ lo llamamos, donde priman las necesidades de las personas residentes que están situadas en el barrio o en el municipio de pertenencia, integrado en su entorno y que recibe la atención sanitaria de su centro de salud, donde el equipo de profesionales es parte del grupo que forma la unidad de convivencia.

Los socialistas creemos que la política está para solucionar los problemas de los vecinos y vecinas, no para crear confrontación. Y en esa línea es en la que seguimos trabajando desde el PSRM-PSOE.

La invisibilidad de Servicios Sociales y la crítica de la sociedad

Artículo Nani Navarro, concejala de Bienestar Social, para Siete Días

Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano” (Martin Luther King)

Me gustaría que estas líneas sirviesen como reflexión ante el gran desconocimiento que existe sobre Servicios Sociales, es difícil abarcar en pocas palabras la importancia, el amplio perímetro de acciones sobre las que se trabaja, pero sobre todo al elevado número de personas a las que se atienden desde Servicios Sociales. Si intento explicarlo sería imposible de enumerar y muchas gestiones quedarían en el tintero. A veces pienso que, si todos tuviésemos la oportunidad de vivir un día en Servicios Sociales, seguro que esa visión negativa y esa crítica fácil no sería ni tan negativa ni tan crítica.

La transición política y la democratización de las instituciones supuso un cambio radical en cuanto a la asistencia social se refiere, pasando del paternalismo, de la beneficencia de la caridad al asistencialismo.

Los Servicios Sociales son uno de los pilares básicos del estado de bienestar, son un elemento esencial, especialmente ahora que estamos inmersos en pandemia de la Covid-19, que ha generado no solo una crisis sanitaria, sino que también ha tenido repercusiones muy graves en la economía de numerosas familias que ya venían sufriendo situaciones de vulnerabilidad y exclusión. También ha afectado a otras personas que anteriormente se encontraban con una estabilidad laboral y económica y que con la crisis han quedado en una situación muy preocupante y en consecuencia han tenido que recurrir a ellos.

Ésta es una competencia autonómica, en la que los ayuntamientos nos vemos abocados a tener que estar sufragando con fondos propios muchas de sus actuaciones, ya que los recursos son insuficientes y muchas las necesidades. La forma en que se presten estos servicios depende fundamentalmente de que las personas que dirijan los ayuntamientos tengan la sensibilidad suficiente como para entender que no sólo se trata de números, sino de personas a las que hay que informar, asesorar y acompañar para que consigan salir adelante por sus propios medios, cambiando la caridad por la dignidad.

A veces, desde esa primera línea de atención al público, se tiene la sensación de que cuando las personas no saben qué tienen que hacer, acuden directamente a Servicios Sociales. Esta percepción a veces es la misma desde otras administraciones; Servicios Sociales son algo más que un punto de referencia en un gran cajón de sastre al que llega todo aquello que nadie sabe quién tiene que resolverlo, ya sea por su difícil solución, por su ambigüedad, o porque son necesidades sociales y primarias en su última respuesta.

El 85% de las situaciones que llegan a esta área son de carácter básico, es decir, necesidad de una vivienda, comida, medicamentos, productos de higiene, luz y agua, por citar algunas de ellas, que todo el mundo debería tener cubiertas, pero en la práctica dista mucho de ser una realidad. Existen otras, como puede ser disponer de un frigorífico, un colchón, una lavadora, un calentador, etc. Para poder atenderlas todas contamos con la ayuda de organizaciones no gubernamentales, como Cáritas, Cruz Roja, Proayuda Alimentaria y, por supuesto, las aportaciones económicas de las administraciones públicas.

También tenemos a nuestros mayores, familiares dependientes que aparte de los cuidados y atenciones personales, a veces se encuentran en situaciones de soledad, vecinos y vecinas que no tienen una red familiar que les atienda. Gracias, por ejemplo, a servicios como el de ayuda a domicilio y la teleasistencia tienen esas necesidades cubiertas, encuentran compañía y no se sienten tan solos.

Servicios tanto o más importantes y que han cobrado especial relevancia son los centros de día de personas mayores y para personas con discapacidad intelectual, que desempeñan un papel crucial tanto para sus usuarios y usuarias, a quienes les proporciona una atención individualizada con el objetivo de mejorar y mantener su autonomía personal, apoyando a las familias cuidadoras. En este bloque también incluimos el centro de atención psicosocial, para personas diagnosticadas de enfermedad mental, ofreciendo acciones y actividades que faciliten su integración socio-laboral.

Otro dato a tener en cuenta, extraído de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, es que el número de personas usuarias atendidas este año puede llegar a las diez mil (en datos nacionales).

Cualquiera en algún momento de su vida puede verse en la necesidad de recurrir a Servicios Sociales. La Covid-19 ha sido una muestra de ello, con multitud de vecinos que de la noche a la mañana se han quedado en paro o inmersos en un ERTE. 

Son miles de personas atendidas y lo que se persigue desde las políticas sociales es conseguir el bienestar de la gente no dejando a nadie atrás, favorecer la promoción y la integración, valorar y solucionar las posibles dificultades, aportar recursos que mejoren la calidad de vida de las personas, que prevengan y eviten la exclusión, siendo uno de los ejes principales de un municipio o una sociedad que quiere avanzar en derechos y en igualdad. ¿No sería lógico, entonces, dejar de pensar que los Servicios Sociales son solo para unos pocos y en realidad nos incluyen a todos?

Hoy más que nunca es tarea de la sociedad trabajar en la idea de que los Servicios Sociales son un derecho, un pilar fundamental del estado de bienestar que asegura las necesidades básicas de las familias. Y no un mero sistema de caridad, como se ha visibilizado en épocas anteriores.

En palabras de Nelson Mandela: “Ser libre no es meramente soltarse las cadenas, sino vivir de una manera en la que se respete y se amplíe la libertad de los otros”. Mandela, presidente de Sudáfrica, centró su acción de gobierno en eliminar el racismo, la pobreza y la desigualdad social.

La Región necesita más políticos como Diego Conesa

Artículo de Antonio García, secretario general del PSOE, para Siete Días Alhama


Con su palabra y compromiso ha dado una lección de transparencia, honradez y honestidad, no acogiéndose a los privilegios del aforamiento, para ser tratado como cualquier vecino. Un ejemplo a seguir. Una forma de hacer política que demanda y merece la sociedad murciana.


Algo ha de tener Diego Conesa, a tenor del miedo que parece sentir la derecha, tanto la local como la regional, desde el día que decidió entrar en política. Nunca lo ha tenido fácil en su andadura, todavía resuenan en Alhama los ecos de la maniobra que algunos fraguaron y otros trataron de ejecutar el 13 de junio de 2015, cuando los concejales del PP quisieron boicotear, al parecer instigados por los ediles de Ciudadanos, su investidura como alcalde, votando al portavoz de IU.

Aquella operación, para la que ni siquiera consultaron a sus afiliados en el municipio, debió de contar con la autorización expresa de la dirección regional del PP, ya que los autores de aquel bochorno no fueron sancionados, ni recibieron ninguna crítica de sus dirigentes en Murcia.

La maniobra fracasó y Diego Conesa, como cabeza de la lista más votada, fue elegido alcalde.

Cuatro años después, todos podemos recordar cómo el PSRM-PSOE, encabezado por Diego, volvió a ganar las elecciones en la Región de Murcia, después de veinticuatro años de gobiernos del PP. Pero algunos movieron cielo y tierra, y no sabemos cuántas cosas más, para conseguir que Ciudadanos, desdiciéndose de todo lo que había dicho en la campaña electoral, acabase pactando con la extrema derecha para no permitir que el vencedor alcanzase la presidencia de la Comunidad Autónoma.

Como a pesar de todo sigue vivo y con posibilidades de volver a ganar las próximas elecciones regionales, la derecha está intensificando su maquinaria para tratar de apartarle de la vida política. Todos sus intentos hasta ahora han fracasado, por burdos, y por la honestidad y capacidad de trabajo que Diego ha demostrado, tanto en su vida personal como en su etapa política.

Estos días nos encontramos ante otra maniobra, que intuyo que al igual que todas las anteriores, está destinada al fracaso. Pero esta vez, los populares han dado un paso más, ya que no sólo atacan a Diego Conesa, sino que deciden personarse para dilatar el proceso y poner en duda a la justicia.

Estamos ante un asunto conocido, que ya en 2018 fue archivado y que ahora, por un recurso del denunciante, se ha vuelto a reabrir. Están tratando de poner todas las trabas posibles para alargarlo, con la única intención de desgastar políticamente a quien intuyen que puede volver a ganarles las elecciones en 2023 y, esta vez sí, con una mayoría suficiente para gobernar.

Diego, en un ejemplo de transparencia, honestidad y honradez, ha decidido renunciar al privilegio que supone el aforamiento por su condición de diputado y aceptar el ofrecimiento del juzgado número 3 de Totana para acudir voluntariamente a declarar como cualquier otra persona.

Este hecho supone todo un ejemplo y crea un precedente para aquellos cargos públicos que, en no pocas ocasiones, se aferran al aforamiento para entorpecer la labor judicial. Al parecer, esto ha sentado muy mal a los dirigentes del PP murciano, que andan algo desquiciados ante la posibilidad de quedar en evidencia en sus innumerables y próximas citas con los tribunales, amparándose en un privilegio perfectamente prescindible.

La política en general, y la murciana en particular, está necesitada de más servidores públicos como Diego Conesa, con vocación de servicio y no con afán de servirse. Políticos con demostrada capacidad de gestión, tanto en lo privado como en lo público y que, llegado el caso, deciden ser tratados por la justicia como un vecino/a más, sin aprovecharse de las ventajas que pueda ofrecerles el cargo.

Diego Conesa ya demostró, en los tres años que estuvo al frente de la alcaldía de Alhama, su capacidad de liderazgo y de trabajo, en ese tiempo fue capaz de eliminar la deuda que el Ayuntamiento arrastraba de los gobiernos del PP y de impulsar numerosos proyectos para transformar el municipio.

En su etapa como delegado del Gobierno en la Región, también dejó su impronta y marcó una nueva forma de hacer política. Dio solución a los problemas generados por el Partido Popular, como el soterramiento de las vías en la ciudad de Murcia. Su actuación fue determinante en el desbloqueo de los fondos del Gobierno de España para las ayudas por las lluvias del 2016, que el PP tenía parados, y de los que nos vimos beneficiados, además de la Comunidad Autónoma, numerosos municipios.

Como ganador de las elecciones regionales y como líder de la oposición, su actividad no ha sido menor, mostrando una total predisposición a llegar a acuerdos con el Gobierno autonómico para buscar soluciones a los problemas reales de los murcianos. Demostrando que, al igual que tenía un proyecto para Alhama, también lo tiene para la Región de Murcia.

A lo largo de este año tan difícil, sus propuestas para llegar a acuerdos sobre Educación, Sanidad, Servicios Sociales, Agua, y Medio Ambiente, entre otras, han estado siempre presentes en la Asamblea Regional, algunas de ellas aprobadas porque resultaba muy difícil a la derecha justificar su rechazo, al igual que les está resultando complicado argumentar su «no aceptación» al ofrecimiento para consensuar los presupuestos que necesita nuestra Región.

En definitiva, a pesar de todas las zancadillas que le han puesto y que le pondrán sus adversarios, los que le conocemos de cerca sabemos que ni han podido ni podrán desanimarle. Por el contrario, estamos seguros de que seguirá trabajando con las mismas ganas de siempre para conseguir la Región de Murcia que todos merecemos. En una entrevista realizada recientemente en un medio local dijo, refiriéndose al PP: «Me van a soñar». Seguro que lo cumple.

Navidad en pandemia, pero navidad

Artículo de Leticia Pareja, concejala de Turismo, para Infolínea.

Ya decía Napoleón que “la moral” de las tropas es el factor más importante para ganar una batalla.

Mis compañeros y yo llevamos mucho tiempo pensando en la Navidad, desde agosto concretamente, y ya en octubre decidimos invitar a Papá Noel para que todos nuestros niños y niñas pudieran darle su carta. Con esa idea hemos trabajado a pesar de la incertidumbre.

El año pasado se alojó en las dependencias del Padrón durante tres días. Tres días en los que se repartieron más de 1.000 piruletas, tres días de colas que no tenían fin.

Este año vivimos momentos difíciles, hemos estado confinados, nuestros niños y niñas un día no pudieron ir al cole y al siguiente pasaron de curso, han dejado de jugar libremente con todos sus amigos, de disfrutar de los parques, de los cumpleaños, de las fiestas, incluso de ver a sus abuelos si no viven en Alhama, muchos llevan meses sin poder abrazarles.

La moral está decayendo, nuestros peques están tristes, muchos presentan cuadros de ansiedad, no pueden ser simplemente ‘niños’. Por ello, este año más que nunca, Papá Noel no podía faltar a su cita.

Dada la situación, buscarle alojamiento no ha sido fácil, tenía que ser un lugar accesible, muy bien ventilado, con una entrada, una salida, un circuito que evite que las familias se junten… en definitiva un espacio donde se cumplan todas las medidas de seguridad frente al virus que nos acosa. Además, para visitarle hay que pedir cita, para que todos tengan su momento especial y no haya aglomeraciones.

El segundo día las citas se agotaron, hicimos una ampliación y se volvieron a agotar; después las hemos vuelto a ampliar y lo haremos las veces que haga falta para que ningún niño/a del municipio se quede con las ganas de ver a Papá Noel, que estará en Alhama más de 10 días.

Santa Claus va con mascarilla y nadie puede sentarse en su regazo, pero a todos se les ilumina la cara cuando, después de hablar con él, se dan la vuelta y se hacen una foto juntos.

Hay muchísima gente implicada en este proyecto que comenzó hace tres años y que de manera desinteresada están presentes en esta ilusión de Navidad. Muchas gracias a la peña El Cocotazo, a los usuarios y profesionales del centro de día de Las Salinas, a nuestro centro de Atención Psicosocial y a las Aulas de Encuentro municipales. Tantas personas que han contribuido y contribuyen a la ilusión y a subir la moral de nuestros pequeños, para que ellos también puedan ganar esta batalla.

El frío y la Covid-19

Artículo de Rosa Sánchez, concejala de Salud, para Siete Días Alhama

Si hay algo que todos tenemos claro y resulta indiscutible es que una de las medidas fundamentales para intentar reducir la presencia de la Covid-19 en el interior de las aulas, junto con las mascarillas y el distanciamiento social, es la de mantener una ventilación natural constante que garantice la calidad y renovación del aire el mayor tiempo posible.

Con la entrada del invierno y el descenso de las temperaturas se aviva el interés por ver si existe una alternativa a tener que mantener abiertas permanentemente puertas y ventanas, sin que esto suponga una relajación de las medidas estipuladas en los planes de contingencia de los centros educativos.

Ante esta situación, anda en boca de muchos estos días la posibilidad de utilizar dispositivos de purificación de aire tales como los filtros Hepa. Lo cierto es que este tema no está tan claro y no existe unanimidad a la hora de considerar su eficacia o sus posibles efectos adversos. Los purificadores de aire han existido desde hace años, pero lo que no está garantizada es su efectividad ante la Covid-19.

Mientras algunos no ponen reparos a este sistema, otros desaconsejan su uso al considerar que pueden provocar una falsa sensación de seguridad que no sería nada positiva. Esto está provocando que comunidades autónomas como Galicia o Madrid desaconsejen la utilización de los mencionados filtros.

En lo que respecta a la Región de Murcia, nos encontramos con una circular conjunta de las direcciones generales de Salud Pública y de Centros Educativos e Infraestructuras  enviada a los centros educativos el pasado día 4 de noviembre en la que se dice textualmente: “Estos dispositivos no pueden garantizar por sí solos una calidad de aire adecuada, concluyendo que los dispositivos portátiles con filtros Hepa son una medida  complementaria  que puede ser útil dependiendo de la ventilación existente. Asimismo, señala que, aun cuando se instalen equipos de purificación se seguirán las recomendaciones de ventilación del aula indicada, manteniendo las ventanas abiertas el mayor tiempo posible y siguiendo las medidas de distanciamiento y uso de mascarillas, siendo su efecto mucho más relevante que el que pudiera producir el uso de estos equipos. Hay que evitar, en todo caso, la presencia de falsa seguridad que pueda producir la presencia de estos equipos y la posible relajación del cumplimiento de las medidas indicadas”.

Por responsabilidad, estoy de acuerdo con la decisión de la Comunidad Autónoma que, ante las dudas, ha decidido no instalarlos para no crear falsas expectativas ni situaciones de falsa seguridad.

Cualquier responsable político, y especialmente cuando se trata de la salud de todos, ha de tener mucho cuidado con las decisiones que se adoptan porque a veces por querer hacer un bien se puede causar un mal.

No obstante, y aunque no es responsabilidad del ayuntamiento el colocar, ni autorizar ni denegar la instalación de los mencionados filtros, si en algún centro de Alhama la comunidad educativa decide utilizar dichos equipos, desde el Ayuntamiento mostramos nuestra disposición a colaborar para su adquisición.

Otra herramienta que sí puede ser útil para conocer de forma exacta en cada momento las necesidades de ventilación de las aulas y no existe tal controversia sobre su uso pueden ser los medidores de CO2. Por ello desde el Gobierno local también mostramos nuestra disposición a colaborar en la financiación de estos para los centros educativos que decidan utilizarlos.

El mundo rural cobra nueva vida

Artículo de Eva Sánchez, concejala de Pedanías, para Infolínea.

Hubo un tiempo en que Alhama, al igual que otros muchos municipios de España, contaba con una importante población viviendo en las distintas pedanías y caseríos distribuidos a lo largo y ancho de nuestro amplio término municipal. Como otras zonas de nuestro país entre los años sesenta y setenta del siglo pasado, los habitantes de espacios rurales comenzaron a desplazarse al casco urbano atraídos por lo que entonces se consideraban mejores condiciones de vida. Aun así, nuestras pedanías no llegaron a despoblarse del todo, evitando con ello su desaparición.

Los distintos gobiernos municipales socialistas en Alhama siempre hemos tenido muy presente la importancia de mantener vivas nuestras pedanías, por ello en su momento se apostó por el turismo rural como una fuente alternativa de ingresos para sus habitantes, y en esa misma línea seguimos trabajando.

Pero no sólo de turismo han de vivir nuestras zonas rurales, últimamente y como consecuencia de la pandemia que estamos padeciendo y que ha trastocando nuestras vidas, algunas cosas están cambiando, y no todas para bien.

Como todo no va a ser malo, vemos como muchas personas están redescubriendo el campo, así nos encontramos que hijos y nietos de los que un día por diversas circunstancias tuvieron que abandonarlo, ven ahora que residir en nuestras pedanías no significa vivir peor que en la ciudad, sino que, por el contrario, están surgiendo nuevas alternativas económicas como la agricultura ecológica y la producción artesanal pueden suponer una atractiva y rentable forma de vida para el futuro.

Estamos asistiendo al renacer de nuestras pedanías con personas que conscientes de que vivir en el campo puede suponer una mejora en la calidad de vida mucho menos estresante que la vida en la ciudad.

En el hecho de que nuestras pedanías se hayan convertido en un lugar agradable donde vivir, algo tiene que ver con que el ayuntamiento de Alhama, especialmente bajo gobiernos socialistas, nunca las haya descuidado y siempre las haya considerado como una parte importante e irrenunciable de nuestro pueblo. Realizando en cada momento las inversiones que han sido necesarias para garantizarles los servicios esenciales para poder vivir dignamente en ellas.

Para los/las socialistas las pedanías y sus habitantes son tan importantes como los vecinos del casco urbano, por ello no escatimamos esfuerzos en dotarlas de todos los servicios posibles. También somos partidarios de hacer a sus habitantes participes en la toma de las decisiones que les afectan, apoyando la creación de asociaciones de vecinos en Gebas, El Berro, Las Cañadas, La Costera y El Cañarico.

Y en esa línea de fomentar la participación, en lugar de nombrar a los pedáneos a dedo por el gobierno municipal como venía haciendo la derecha hasta ahora, los socialistas decidimos que fuesen los propios vecinos los que eligieran de forma directa y democrática a sus representantes.

Esa ha sido y seguirá siendo nuestra línea de trabajo: ayudar que nuestras pedanías sigan vivas y a que en estos momentos estén preparadas para seguir creciendo y mejorando los servicios que se prestan, haciéndolas más atractivas para recibir a nuevos residentes, a quienes seguramente la pandemia les hará volver a vivir en las zonas rurales.

No podemos mirar hacia otro lado cuando se trata de la dignidad de nuestros mayores

Artículo de Nuria García para Siete Días Alhama

Esta semana el PSRM-PSOE ha presentado una moción en la Asamblea Regional en la que solicita el refuerzo a los servicios de inspección en todas las residencias de mayores y personas dependientes de la Región.

El artículo 43 de la Constitución española dice que “compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios. La ley establecerá los derechos y deberes de todos al respecto”.

La Comunidad Autónoma de la Región de Murcia tiene transferidas todas las competencias en materia de sanidad y servicios sociales desde hace ya bastantes años, por ello es el gobierno regional quien tiene la obligación de velar por la salud de todas las personas de esta región. Uno de los colectivos más vulnerables son los mayores que viven en residencias, ya sean públicas, privadas o concertadas.

El velar por la calidad de vida y una correcta atención a los mayores es una responsabilidad legal del Gobierno regional, pero también es una obligación moral, algo que a tenor de las denuncias de muchos familiares y trabajadores de algunas residencias parece que no se está realizando adecuadamente.

El PSRM-PSOE una vez se tuvo conocimiento de unos hechos lamentables que se están produciendo en algunas de ellas, y que pusimos inmediatamente en conocimiento de la fiscalía para que se investigue y se depuren las responsabilidades legales, si las hubiera. Los socialistas no somos partidarios de judicializar la vida política, pero en este caso está en juego la salud, la calidad de vida y la vida misma de las personas, por lo que no podíamos mirar hacia otro lado e ignorar lo sucedido.

Pero, independientemente de la investigación y de la acción de la justicia, pensamos que no se puede perder ni un minuto en poner fin a esta situación, la intención del Partido Socialista es acabar cuanto antes con la difícil situación por la que pasan algunas personas en las residencias y que no vuelva a repetirse nunca más. Por ello, nuestro grupo parlamentario ha presentado una moción en la Asamblea Regional en la que solicita el refuerzo a los servicios de inspección en todas las residencias de mayores y personas dependientes de la Región de Murcia.

La propuesta del PSRM incluye la realización de auditorías anuales, si fuera necesario, y la elaboración y puesta en marcha de un Plan Regional de Formación Higiénico Sanitario dirigido a los empleados/as de las residencias. El objetivo es configurar un nuevo modelo de residencias que garantice la seguridad, la salud, la autonomía y la calidad de vida de sus usuarios/as, para evitar que, en esta o futuras pandemias los centros no se conviertan en hospitales, sino que se mantengan fieles al lema ‘vivir como en casa’. Además, se pretende reforzar los equipos de protección individual en estos espacios para proteger a residentes y a trabajadores frente a la Covid-19 y otras enfermedades.

Garantizar adecuadamente las mejores condiciones de vida de los mayores es un principio que no debemos obviar. Como ha dicho nuestro secretario general, Diego Conesa, “nosotros no podemos mirar hacia otro lado cuando se trata de la dignidad de nuestros mayores y mucho menos en la situación tan crítica en la que nos encontramos con la pandemia”. Nunca es asumible, y menos en estos difíciles momentos, que un gobierno autonómico se dedique permanentemente a buscar la confrontación como argumento político para mantenerse en el poder ocultando sus carencias y su falta de interés por solucionar los graves problemas que afectan a los vecinos y vecinas.

Eso es algo que los socialistas, por humanidad, no estamos dispuestos a permitir, máxime cuando los que más están sufriendo las consecuencias de la dejadez son las personas mayores y dependientes, que después de una vida de trabajo y de sufrimiento en muchos casos se encuentran totalmente abandonados, con la intolerable falta de interés de unos gobernantes más preocupados por sí mismos que por quienes más lo necesitan. En esta tarea los socialistas estamos dispuestos a llegar hasta el final, para que las personas mayores que viven en las residencias disfruten de la calidad de vida que se merecen.

Bienestar animal: la colaboración entre colectivos y ayuntamiento está dando sus frutos

Artículo de Antonio Espinosa, concejal de Bienestar Animal, para Siete Días Alhama

El bienestar animal es un tema por el que ha de interesarse cualquier sociedad civilizada, y para ello es de vital importancia la existencia de asociaciones y colectivos preocupados por la defensa de los animales. Afortunadamente, estamos tomando una conciencia social cada vez mayor. El respeto a los animales es una muestra de los valores que guardamos como sociedad y de la forma en la que convivimos. En nuestro municipio tenemos la suerte de contar con personas y colectivos que se vuelcan de manera importante y altruista en este menester. Además de ello, las administraciones han de poner los medios legales y económicos para poder llevar a cabo acciones en este sentido. Eso también se produce en Alhama, donde la colaboración entre las diversas asociaciones y el Ayuntamiento está dando sus frutos, algo en lo que, desde la concejalía de bienestar animal -recientemente creada-, pensamos seguir trabajando.

A principios de 2019 se puso en marcha el programa veterinario CES (Captura, Esterilización y Suelta) destinado a mantener un control poblacional de los gatos que habitan las calles de nuestra localidad, para evitar que su número aumente a la misma vez que se reducen las molestias a los vecinos, así como mantener un control sanitario ya que, además de su esterilización, reciben un tratamiento de desparasitación tanto interna como externamente. Además, este año, a propuesta de las asociaciones, se incluyó en el programa la asistencia veterinaria de estos gatos en caso de atropello o enfermedad, con el objetivo de que los animales puedan contar con unas condiciones de vida dignas. Van a cumplirse dos años ya de este programa, por el que han pasado más de 200 gatos procedentes de las calles de Alhama y que han supuesto a nuestro ayuntamiento una inversión de 18.000 euros cada año. Una iniciativa pionera en la Región y que muy pocos ayuntamientos han adoptado.

También estamos apostando por realizar un servicio de recogida y manutención de animales abandonados. Todo ello para cumplir con la Ley que entró en vigor a finales de 2017, de protección y defensa de los animales de compañía de la Región de Murcia, que prohíbe el sacrificio y además indica a los ayuntamientos la obligación de capturarlos, recogerlos y mantenerlos. Estas mascotas abandonadas, en caso de portar microchip son devueltas a sus dueños, de ahí la obligación de identificarlas en cuanto nos es posible; pero en caso de no portarlo, permanecen en sus instalaciones con todos los cuidados necesarios hasta que son dados en adopción. Se hace visible la importancia de las adopciones para que estos animales puedan conocer el amor de una familia y el calor de un hogar. En la actualidad, el Ayuntamiento de Alhama destina cerca de 140.000 euros anuales a este servicio.

Como he mencionado en el párrafo anterior, en 2017 se aprobó la ley de protección y defensa de los animales de compañía. Una norma valiente que pretende poner en valor la vida de los animales. Sin embargo, se precisaba de un desarrollo reglamentario para poder cumplirla, por lo que la consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente se comprometió a publicar el reglamento de la citada ley un año más tarde, en 2018. Nos encontramos a final de 2020 y los ayuntamientos aún estamos esperando ese documento, así como también una financiación por parte de la Comunidad Autónoma.

Estaría bien que ellos también apostaran por el bienestar animal, no solo sacar la ley sino también el reglamento y dotarla de presupuesto. Porque desde el Ayuntamiento de Alhama sí hemos dotado de presupuesto a esta concejalía, sí estamos realizando programas y proyectos pioneros que muy pocos ayuntamientos han implantado, favoreciendo las adopciones y logrando que el número de animales abandonados en las calles de Alhama cada vez sea menor.

Como dijo Mahatma Gandhi: “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera en que trata a sus animales”.

La necesidad de invertir en salud

Artículo de Rosa Sánchez, concejala de Salud, para Infolínea.

Los más mayores quizá recuerden cómo era la sanidad en Alhama hace cuarenta o cincuenta años, cuando se atendía a los enfermos en el antiguo ambulatorio. Yo soy muy joven, pero tengo presentes algunas anécdotas que me contaba mi abuela sobre aquel lugar, situado en la actual avenida de Cartagena: un local siempre abarrotado de gente y cómo Pedrín, el que daba los números, tenía que estar cada dos por tres pidiendo a la gente que hablase más flojo porque aquello parecía un gallinero y no había forma de entenderse. Y el gran avance que supuso la construcción en los años noventa del siglo pasado del actual centro de salud. Aquello fue un cambio radical en la forma de atender a los pacientes, con unas instalaciones entonces modernas y dotadas con las posibilidades de aquellos tiempos.

Pero han pasado los años, en este tiempo Alhama ha multiplicado su población, muchas cosas han cambiado y mejorado en nuestro municipio, pero lamentablemente tanto el centro de salud como el servicio de urgencias hace tiempo que se quedaron pequeños y las dotaciones de medios y personal no se han incrementado como debieran.

Esta situación está repercutiendo en la salud de los alhameños, algo que siempre es lamentable, pero que con la actual pandemia se ha agravado. Y aunque a algunos les duela y les cueste reconocerlo, la responsabilidad de esta situación tiene nombres y apellidos, los de aquellos que desde hace veinticinco años vienen gobernando en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, la responsable única y exclusiva en materia de sanidad.

Desde la concejalía de Salud hemos venido pidiendo reiteradamente la ampliación del servicio de urgencias y del centro de salud, sin que el Gobierno regional haya movido un euro para corregir esta situación. Es más, si nos remontamos un poco en el tiempo podemos recordar como hace seis años, el entonces gobierno de PP y Ciudadanos desalojaron de prisa y corriendo el centro municipal de Servicios Sociales con la excusa de que ese local se habilitaría para el servicio de urgencias. Pero desde entonces nada de nada, a pesar de los constantes requerimientos que les hemos venido realizando, tanto la alcaldesa Mariola Guevara como yo misma.

A lo largo de los últimos años los alhameños y alhameñas hemos venido sufriendo las constantes excusas de la derecha regional en todo lo referente a la sanidad, un ejemplo reciente de ello ha sido el traslado a otra área de salud de la ambulancia no asistencial del municipio que realizaba el traslado de personas que no disponían de medio de transporte. Y qué decir del cierre de los consultorios de las pedanías.

Entre tanto, seguimos trabajando para intentar mejorar los servicios que nos demanda la ciudadanía, como es el caso del autobús directo hasta nuestro hospital de referencia, la Arrixaca, que muy pronto será una realidad.

Para acabar con la falta de espacios sanitarios en Alhama, dada la inacción de la Comunidad Autónoma, desde el Gobierno municipal estamos dispuestos, si nos autorizaran, a asumir el coste de acometer las obras necesarias para solucionar de una vez por todas con los problemas que padecen nuestros vecinos y vecinas.

Por un mundo sin violencia machista

Artículo de Nuria García para Siete Días Alhama

El coronavirus, además de las vidas que se está llevando de forma directa y del desastre económico que está causando, está teniendo otros daños colaterales de los que parece que estamos perdiendo la perspectiva.

Me refiero a otro virus que también mata: la violencia contra la mujer, por el simple hecho de ser mujer. Por mucho que desde las derechas lo nieguen, a día de hoy, en pleno siglo XXI siguen matando a muchas mujeres dentro y fuera de nuestras fronteras, dejando muchas secuelas físicas y psíquicas, tanto a ellas como a sus hijas e hijos, a pesar de los esfuerzos de las distintas administraciones y de la sociedad, cada día un poco más concienciada de la lacra que supone la violencia de género, a la que debemos seguir plantando cara.

El Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer se conmemora cada 25 de noviembre para denunciar la violencia que se ejerce contra las mujeres en todo el mundo. Debemos reclamar políticas activas para su erradicación. En 1981 se celebró el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, donde se decidió marcar el 25 de noviembre como el Día Internacional de No Violencia contra las Mujeres, en memoria de las hermanas Mirabal, asesinadas en 1960. En 1999 la jornada de reivindicación fue asumida por la Asamblea General de las Naciones Unidas, definiendo como violencia contra la mujer «todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada», instando a gobiernos, organizaciones internacionales y organizaciones no gubernamentales a convocar actividades dirigidas a sensibilizar a la opinión pública sobre el problema de la violencia contra las mujeres.​

Es necesario recordar esto y que la violencia machista arraigada en el patriarcado rancio, a día de hoy sigue latente en nuestra sociedad. Por mucho que algunos aún vivan anclados en el pasado y se empeñen en intentar convencernos de que no existe y de que es un capricho de “esos de izquierdas” y “esos los progresistas”, utilizando estos términos de manera despectiva, como si esto fuese un insulto, aunque se empeñen en querer tapar el sol con un dedo, la realidad es la que es. Hasta el punto de que cada vez son más las personas que reconocen y condenan estas agresiones, tanto físicas como psicológicas.

También la sociedad en su conjunto es cada día más consciente, que, para erradicar estos comportamientos, es necesario, por un lado, adoptar medidas legales más estrictas. Pero no solo hacen falta leyes, también es necesario transformar reglas sociales, roles y estereotipos, para que el maltratador entienda que no tiene cabida en esta sociedad. Y por supuesto todo esto ha de complementarse con medidas educativas en valores y en igualdad, para que las generaciones venideras, que serán el motor de nuestra sociedad, entiendan que ninguna persona puede ser propiedad de otra y, por tanto, la violencia no puede de ninguna manera ser asumida ni aceptada por nadie.

Algún día, ojalá que muy pronto, espero que no sea necesario conmemorar el 25 de noviembre, pero mientras haya una sola mujer asesinada por ser mujer y mientras existan voces que aprovechen su posición para mantenerse en el negacionismo con la única intención de confundir a la población, será imprescindible seguir incidiendo en esta lucha. Por ello, las mujeres y hombres del PSOE continuaremos luchando cada día por un mundo sin violencia machista.